El ‘Caso Koldo’ en el que está implicado la mano derecha del ex ministro José Luis Ábalos, por un delito de corrupción por mordidas en contratos públicos para la compra de mascarillas durante la peor parte de la pandemia, está castigando severamente al Ejecutivo de Sánchez.
Este fin de semana el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo ha exigido a Sánchez que “salga del búnker” y dé la cara sobre su responsabilidad política del caso Koldo, y sobre “lo que ha ocurrido en el Partido Socialista, en su Gobierno y en su casa”, en referencia a su esposa, Begoña Gómez.
Sánchez no responde preguntas con un claro objetivo
Y lo cierto es que desde que salió a la luz el ‘Caso Koldo’, el Presidente del Gobierno no ha comparecido ni una sola vez para hablar del mismo. Y al parecer seguirá siendo así, ya que tampoco tiene intención de comparecer ante el Senado este martes 5 de marzo en la sesión de control al Gobierno programada para ese día. Pero además, Sánchez no será el único miembro del Ejecutivo de Sánchez que se ausente para dar explicaciones.
Tampoco acudirán a rendir cuentas en el Senado la vicepresidenta Tercera del Gobierno y ministra Para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; el de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente; la titular de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría; el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; el de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; el de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, y el de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, de Sumar. De todos ellos destacan las ausencias de Puentes por ser el heredero de Transportes, ministerio de donde surgió la trama de corrupción, y la de Ángel Víctor Torres, protagonista de la misma en Canarias, llaman poderosamente la atención.
La explicación es bien sencilla, Sánchez no quiere responder a preguntas por el ‘Caso Koldo’, porque desde Ferraz no quieren dar carnaza a los ataques del PP, sobre todo para no perder más credibilidad de cara a las próximas Elecciones Europeas de verano en las que el socialismo y Pedro Sánchez se juegan mucho.