El Santiago Bernabéu volvió a vivir la noche del domingo una de esas remontadas a las que el equipo les tiene acostumbrado en los últimos años. Una remontada que sirvió para ser proclamados campeones virtuales de esa liga con 11 puntos de ventaja sobre el F.C. Barcelona, gracias a la victoria del domingo en el Clásico.
Una victoria conseguida in extremis, ya que el gol de Jude Bellingham que rubricaba los tres puntos llegó en el tiempo de prolongación. Una victoria conseguida tras el enorme derroche físico que supuso el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions en el Etihad Stadium, pero que no fue excusa para empujar hasta el final por los tres puntos.
La celebración del todo el estadio, estrenando el vídeomarcador 360 para la ocasión, como si de un título se tratara, llegó hasta el césped con el abrazo de todos los jugadores y en la banda con la piña celebrada por todo el cuerpo técnico, todo el mundo estaba de celebración menos un jugador que puso la nota triste a la noche. Se trataba de Arda Güler.
La peor imagen posible después del Clásico
La joven estrella turca del Real Madrid, no debe estar pasando unas buenas semanas precisamente. El ostracismo al que Ancelotti lo ha ido relegando estos meses, ya no se sostiene con la excusa de que hay que darle tiempo, al menos eso entiende el jugador y su entorno. Y encima pesa sobre él el rumor de una posible cesión la próxima temporada. De ahí que a Arda no le saliera celebrar con sus compañeros la victoria, quizás porque no se sentía partícipe de ella.
Sin embargo, no todo son malas noticias en torno a Güler, ya que al ser preguntado por ese detalle de la no celebración del turco en la rueda de prensa, Carlo Ancelotti respondió, “No he visto. No puedo opinar. Evaluaremos todo con mi equipo. Va a tener los minutos que quiere en los próximos partidos”. Ojalá podamos disfrutar de la calidad del turco y Güler pueda mostrar por fin la calidad que atesora y de la que nadie tiene ninguna duda.