Las Campos siguen dado de qué hablar. La presencia de Carmen Borrego en Supervivientes, que ha terminado en abandono por prescripción médica, fue todo un bombazo, pero que se ha visto casi eclipsado por la relación de Alejandra Rubio con Carlo Costanzia.
Tras la aparición de este último en De Viernes, nos enterábamos por sorpresa que habría empezado una relación con la hija de Terelu. Si bien es cierto que habían intentado mantenerlo en secreto, no han podido ocultarse de las cámaras.
Más si cabe después de la detención del hermano de Carlo, Pietro, por intento de asesinato. Eso ha provocado que la prensa busque la opinión de la pareja, aunque ellos han querido marcar distancia, tratando de no responder para seguir concentrados en su amor.
Sin embargo, otra vez vuelven a estar en el punto de mira después de la decisión que ha tomado la joven, que sin duda ha pillado a todos desprevenidos. Y es que a pesar de arrepentirse, ha vuelto a caer en la tentación y ni siquiera Terelu la entiende.
Alejandra se lo vuelve a hacer para sorpresa de todos
Alejandra Rubio ha dejado claro en reiteradas ocasiones que es una enamorada de los tatuajes. Tiene varios por su cuerpo, sin embargo, hay uno del que se arrepiente y parece que si se lo tuviera que hacer hoy no lo haría. Nos referimos al que lleva en la nalga y que ya no significa nada para ella.
Sin embargo, después de conocer se que arrepiente, ha vuelto a ponerse en manos de un tatuador, para grabarse una nueva frase con tinta. Eso por lo menos es lo que parece dejar entrever en sus historias de Instagram, y sin duda es de lo más llamativo.
“Tostadas con tomate, un café y un piti” es lo que se advierte a leer. No sabemos el significado que tendrá para ella, pero después de arrepentirse de uno, esperemos que con este tatuaje se lo haya pensado dos veces antes de hacérselo.