Pedro Sánchez afronta un año muy complicado. Después de doblegarse al independentismo para sacar adelante la ley de la amnistía, ha visto como en las elecciones gallegas se pegaba el gran golpe, cayendo a mínimos históricos.
Todo ello cuando este 2024 tenía por delante las elecciones europeas y en el País Vasco, una reválida que puede ser el mejor reflejo de las consecuencias que está teniendo tanto el caso Koldo y la trama de corrupción, así como su acercamiento al independentismo.
Sin embargo, este pasado miércoles recibía otra noticia sorprendente. Pere Aragones tomaba la decisión de adelantar las elecciones en Cataluña al próximo 12 de mayo. Una jugada que podría evitar que Puigdemont se presente, pero también obliga a Sánchez a mover ficha.
La llamada desesperada de Pedro Sánchez
El inicio de la legislatura ha dejado en evidencia que Pedro Sánchez está totalmente maniatado, no puede hacer nada sin tener la ‘aprobación’ de Junts. Así se ha visto con la amnistía pero también con los presupuestos, les necesita para sacar cualquier cosa adelante.
Es por ello que el presidente del Gobierno le ha pedido a Salvador Illa que gane las elecciones en Cataluña. Le ha llamado para decírselo, ya que considera que es fundamental para no tener una legislatura más convulsa de lo que ya está teniendo.
Sabe que es una misión muy difícil pero el PSOE crece en las encuestas en Cataluña. De hecho, en las últimas aparece como el ganador de los comicios obteniendo entre 39 y 45 escaños, mejorando los datos de ERC que se quedaría entre los 29 y los 34 diputados.
Es por ello que sabe que un buen resultado de Salvador Illa y el PSC le puede salvar a corto plazo. Sería un gran respiro, porque además, si no tiene en frente a Puigdemont, tendrá alguna opción más de gobernar llegando a coaliciones.