Este pasado jueves, el Congreso aprobaba la ley de la amnistía después de los cambios que Junts había obligado al PSOE a hacer, y eso que aseguraron que el texto ya era bueno y que no lo iban a tocar, un cambio de opinión que a estar alturas ya no sorprende.
Sin embargo, eso no quiere decir que todo se haya acabado. Tras conocerse esta noticia, y la del adelanto electoral en Cataluña, Puigdemont se mostraba con “mucha ilusión” de poder estar en el debate de investidura, y es que quiere volver para la cita electoral.
Considera que el calendario le permite presentarse como candidato de Junts. Sin embargo, las encuestas dan al PSC como ganador, aunque no tendrían la mayoría absoluta, por lo que abren un panorama de incertidumbre, donde puede ocurrir cualquier cosa.
El chantaje de Puigdemont y la jugada de Sánchez
Puigdemont quiere volver a ser el presidente de la Generalitat y para ello está dispuesto a cualquier cosa. Una vez lograda la amnistía, su siguiente paso es intentar convencer a Pedro Sánchez de que le convierta en presidente de Cataluña, y para ello pone en marcha su chantaje.
Y es que, ha hablado con el Presidente del Gobierno y le ha pedido que le haga presidente de la Generalitat a cambio de prometerle una legislatura a nivel nacional mucho más estable, debido a que necesita los 7 votos de Junts para sacar cualquier votación adelante.
Pero Sánchez no lo ve claro. Su idea es que Salvador Illa salga de las elecciones del 12 de mayo como presidente y va a intentar cualquier pasa para lograrlo. Hay que tener en cuenta que las encuestas le dan como ganador, aunque habrá que estar a la espera de los pactos.
Desde el PSOE ya avisan que Puigdemont puede verse en la tesitura de que no pueda presentarse a las elecciones. Cualquier recurso que pueda plantearse frente al Tribunal Constitucional podría dejar sin efecto la ley de amnistía, y por lo tanto no podría regresar para el 12 de mayo.