Cada día cuesta más vivir y no hablamos del esfuerzo físico que hay que hacer. La luz está por las nubes, la cesta de la compra hace que acudir al supermercado sea un lujo al alcance de pocos y la vivienda tiene unos precios imposibles para comprar o incluso alquilar.
Eso lo notan día a día todas las familias, que cada vez ven como cuesta más llegar a final de mes. Sin embargo, el Gobierno de Sánchez, lejos de intentar poner soluciones a estas subidas, prefieren sacar pecho de unos datos que los bolsillos de los españoles no comprenden.
Este miércoles hemos conocido los datos de la subida del IPC en el mes de marzo, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que la sitúa cuatro décimas por encima del anterior dato, situándola en el 3,2 por ciento. Pero para el PSOE esto es positivo.
Ha sido María Jesús Montero la encargada de valorar estos datos y para ella es reflejo de la “exitosa política” que están llevando a cabo. Para ella España tiene una economía dinámica que avanza a un “buen ritmo”, aunque los españoles tendrán que creérselo.
La subida de precios que el Gobierno no quiere ver
Para el Gobierno del PSOE, el motivo de que los precios hayan crecido se debe al hecho de que el IVA de la electrificad haya vuelto al 21 por ciento, por lo tanto lo califican como algo “puntual”, aunque los datos realmente desmienten esta mentira.
Y es que, si los datos de este mes son algo “puntual” como ha asegurado Montero, el IPC cerró el año 2023 con una subida del 3,1 por ciento y el IPC subyacente, que excluye los productos energéticos y los alimentos frescos al ser bienes con un precio muy volátil, subió un 3,8 por ciento.
Pero es que el año pasado, los alimentos sufrieron un encarecimiento del 7,3 por ciento. Los precios no han dejado de subir, y no sabemos cuánto dudará este hecho “puntual” que ya se empieza a prolongar demasiado tiempo, aunque el PSOE se ría de nosotros.