Siguen las protestas de los agricultores por las condiciones a las que se enfrentan con la regulación de Europa, los controles que les exigen a ellos que no ocurre lo mismo con otros países de fuera de la Unión, y el hecho de que en muchas ocasiones vendan a pérdidas.
En plena oleada de reivindicaciones, se ha producido otro hecho que ha puesto en alerta a todos. Y es que, se ha detectado hepatitis A en fresas procedentes de Marruecos, lo que hace que no sean aptas para el consumo por el peligro que suponen.
Se está investigando que ha pasado, pero una de las principales hipótesis que se maneja es que el hecho de regar estas frutas con aguas fecales las habría terminado contaminando. Por el momento, pese al peligro, aseguran que no han llegado a los mercados.
Asociaciones de Agricultores consideran que el riesgo es "serio", aunque habrían sido detectadas en un punto de entrada a España, donde no habrían pasado los controles. Por lo tanto, estas fresas que provienen de Marruecos y están contagiadas por hepatitis A supone un nuevo problema.
Sánchez ‘arrodillado’ ante Marruecos
Los agricultores están reclamando medidas para, entre otras cosas, evitar estos riesgos que suponen que fresas contaminadas puedan acabar en los mercados españoles, un auténtico peligro para la salud de todos las que las consuman.
Sin embargo, Pedro Sánchez parece estar a otras cosas. El presidente del Gobierno no parece querer pedir explicaciones a Marruecos, ni siquiera intentar encontrar una solución para que se repitan estos casos, entre otras cosas, para no romper las relaciones con el país africano.
Hace unos días, Sánchez visitó a Mohamed VI y aseguró que las relaciones entre ambos países pasan "por su mejor momento en décadas". Sigue ‘arrodillado’ aunque con eso puedan seguir ocurriendo cosas como lo de las fresas.