Por fin ha llegado el día más señalado en el calendario para el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y su pareja, Teresa Urquijo y Moreno. Hoy 6 de abril la pareja se ha dado el sí quiero ante familiares y amigos en Madrid.
La ceremonia se ha celebrado en el la iglesia de San Francisco de Borja, los Jesuitas, en pleno centro de la capital del reino. Un enlace al que han acudido 500 invitados entre familiares, amigos, empresarios y miembros de la Casa Real como don Juan Carlos, la infanta Elena con sus hijos, y la infanta Cristina y Juan Urdangarin, a los que más tarde se uniría la reina Sofía. Y lo cierto es que precisamente con ellos Almeida ha protagonizado el gran susto de su boda.
Almeida protagoniza el gran susto en su boda
Y es que como manda la tradición, el novio ha esperado en la puerta de la iglesia la llegada de los invitados a los que iba saludando. Sin embargo cuando ha llegado la infanta Elena y sus hijos, Victoria Federica y Froilán, ha tenido un pequeño susto que han recogido los compañeros de Vanitatis.
Almeida ha saludado a la Infanta Elena en primer lugar, y luego a su hijo Froilán, pero al ir a saludar a Victoria Federica, el alcalde de Madrid, fruto de los nervios del momento, ha tropezado con uno de los escalones de la iglesia, y ha estado a punto de caerse, algo que habría sido una desgracia en el día de su boda. Por suerte sólo quedó en un pequeño susto que no ha impedido la celebración de la ceremonia.
La infanta Elena, acompañada de sus hijos, Victoria Federica y Froilán, se unen al resto de invitados a la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijohttps://t.co/kRg9KWgXa2 pic.twitter.com/IGBCf4UVlc
— Vanitatis (@vanitatis) April 6, 2024
A los pocos minutos, con algo de retraso como es tradición, ha aparecido Teresa Urquijo y Moreno, luciendo el imponente vestido de novia que primero llevó su abuela Teresa de Borbón-Dos Sicilias y posteriormente su madre, Beatriz Moreno Borbón-Dos Sicilias. Una vez que ya se ha celebrado la ceremonia, los recién casados y los 500 invitados se han trasladado al lugar de celebración, la finca Canto de la Cruz, propiedad de los abuelos de la novia.