El Real Madrid volvió a jugar en Liga (un lunes) cuando estaba habituado a tener una previa de día de Champions, su competición. La realidad es la que es y ayer en Leganés volvió a quedar claro que el equipo necesita una profunda restructuración.
No vale con un par de fichajes. Toca hacer una profunda restructuración. Sentar o ‘cargarse’ a vacas sagradas y meter energía nueva a la plantilla con fichajes de alto calibre. Volver a asustar tiene que ser el objetivo. (¡¡Un bombazo tras otro!! ¡¡Tres salidas sonadísimas para el Madrid de Zidane!!)
Bale ni se duchó en Butarque
Zidane no ha anunciado los cambios que habrá, pero ha dejado claro en pequeñas pinceladas con los que cuenta y los que no actualmente. Por ejemplo, Bale es el claro ejemplo de pasar al ostracismo. Zidane le puso 10 minutos en Butarque y Gareth no se tuvo ni que duchar (algo que ocurre, a veces, cuando juega el partido entero).
Marcos Llorente, sin minutos
El entrenador francés también ha dejado clarísimo que no tiene entre sus planes hacer de Marcos Llorente a su nuevo Casemiro. El brasileño está para el arrastre y el mediocentro de La Fábrica aportaba la frescura con Solari. Se volvió a lesionar y, nuevamente, al banquillo relegado. Zidane ha anunciado que “tiene que jugar y tener regularidad”, por ello se antoja como muy posible una cesión a otro equipo.
Ceballos, el otro ‘defenestrado’
Dani Ceballos ha sido el otro gran perjudicado del asunto. Zidane no contaba con él y, precisamente, allí en Leganés se vivió un infame capítulo la pasada temporada en la que le puso a jugar solo 20 segundos. No se olvidan de ello y a pesar de estar en el Bernabéu presente, el de Utrera podría tener pie y medio fuera del equipo para la próxima temporada.