Multitud de catalanes han salido a las calles de Barcelona para celebrar el día de la Hispanidad con hasta tres manifestaciones diferentes. Manifestaciones que, según los organizadores, han aglutinado a 300.000 personas.
Las distintas marchas han transcurrido por la calles de la ciudad condal sin altercados y de forma pacífica, como es habitual.
Un reducido grupo de unos 2.000 independentistas radicales ha vuelto a trasladar la violencia a las calles de Barcelona
Sin embargo, un reducido grupo de unos 2.000 independentistas radicales, vestidos de negro y escondidos tras sus pancartas para evitar ser identificados, ha vuelto a trasladar la violencia a las calles de Barcelona.
Convocada por la Plataforma Antifascista de Barcelona, y con el apoyo de la CUP y de Arran, el grupo radical juvenil de independentistas, la contramanifestación denominada antifascista se ha concentrado en los Jardinets de Gracia sin nada que celebrar y con el único objetivo de provocar a la gran marcha del 12-0 de Paseo de Gracia.
Un gran dispositivo policial de los Mossos d’Esquadra, que ya se temían las acciones violentas de los independentistas radicales, ha impedido que la marcha y los separatistas se acercaran.
Ante la imposibilidad de la confrontación, los que se autodenominan antifascistas se han dedicado a destrozar una entidad bancaria
Ante esta situación, ante la imposibilidad de la confrontación, los que se autodenominan antifascistas se han dedicado a destrozar una entidad bancaria situada en la calle Muntaner y a pintar con espray numerosas paredes del espacio público.
Lo sorprendente del caso es que la policía catalana no ha impedido que estos extremistas destrozaran todo lo que encontraban a su paso.
"Los Mossos nos paran y obligan a cambiar el recorrido de la manifestación antifascista del 12-O en Barcelona. ¿Esta es vuestra movilización permanente, Miquel Buch y Quim Torra?", ha tuiteado la red radical independentista desde su perfil oficial ante la imposibilidad de provocar a la gran masa que marchaba para celebrar la unidad de España.
Seguro que mañana los líderes separatistas, con Quim Torra y Carles Puigdemont a la cabeza, saldrán a hablar de pacifismo y dirán que rechazan todo tipo de violencia, pero las imágenes de los destrozos son una nueva prueba de que mienten. La violencia que se vive en Cataluña es orquestada por Torra y sus secuaces, y eso no se puede perdonar ni olvidar.