Un grupo de opositores venezolanos exiliados a España han pedido a Pedro Sánchez que rechace la convocatoria de elecciones en Venezuela programada por Nicolás Maduro para el próximo 6 de diciembre.
Así se han expresado a través de una carta dirigida al Presidente socialista, afirmado que este movimiento electoral del 'ilegítimo gobierno' de Maduro tiene como "único objetivo" el "eliminar más espacios constitucionales" en el país, como es el caso de la Asamblea Nacional.
La misiva está firmada por grandes líderes de la oposición venezolana, como Leopoldo López Gil (padre de Leopoldo López), Antonio Ledezma, Fernando Gerbasi o Jesús Eduardo Troconis.
Según afirman en la carta, Maduro habría planteado estas elecciones "diseñando un cuidadoso plan" para "celebrar una elección fraudulenta". Unos comicios "diseñados" y controlados "por empresas complices y funcionarios movilizados, obligados a participar bajo la amenaza de perder el empleo".
"El rescate a la democracia en Venezuela requiere complementar el esfuerzo de los venezolanos con la determinante solidaridad internacional, donde el Reino de España aporta relevantes criterios tanto para Europa como Hispanoamérica" han recalcado en la misiva.
Este rescate a la Democracia pasaría, según los opositores venezolanos, porque Venezuela garantizase "medios de comunicación libres", así como el cese del "uso directo de la violencia" contra los ciudadanos, señalando directamente a las "bandas paramilitares que patrullan las calles, atacan a testigos de mesa, disparan a dirigentes opositores y crean zozobra para impedir que los electores salgan a cumplir con su derecho al voto".
Así pues, reclaman al Gobierno de España a "desconocer el llamado a elecciones mientras no existan garantías democráticas", hasta ahora una "condición fallida del sistema gubernamental" de Venezuela.
Venezuela, una brecha en el Gobierno de coalición
Esta petición, a pesar de estar enfocada en garantizar un sistema democrático para todos los ciudadanos venezolanos, podría provocar una nueva brecha en el ya débil gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
Y es que no es desconocido que Pablo Iglesias, al igual que otros dirigentes podemitas como Juan Carlos Monedero, han tenido estrechos lazos con el gobierno venezolano.
Tanto es así, que la Administación de Donald Trump ha incorporado en su "lista negra" al vicepresidente segundo del Gobierno, debido a las supuestas asesorías del líder de Podemos al régimen de Venezuela, en claro respaldo a Nicolás Maduro.
Así mismo, y tal como afirma Periodista Digital, documentos de la Fundación CEPS indicarían que Pablo Iglesias fue contratado por el vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, para diseñar el nuevo reglamento penitenciario, el cual busca adoctrinar en la "conciencia anticapitalista" a los funcionarios de las prisiones donde son encarcelados y torturados los líderes de la oposición a Maduro.