El asesinato de Miguel Ángel Blanco supuso un antes y un después en la Historia de España.
Miles de ciudadanos, cansados de tener miedo, y de sentir el terror ante las acciones del grupo terrorista vasco, salieron a la calle, para pedir la libertad del edil del Partido Popular que, sin embargo, fue ejecutado poco después por los etarras.
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Ibon Muñoa Arizmendiarrieta fue condenado a 33 años de prisión por su complicidad en el terrible asesinato, habiendo alojado y ofrecido vehículo a los autores materiales del crimen.
Sin embargo, 20 años después, el etarra ha salido de prisión este domingo, siendo recibido en la calle por familiares y amigos que portaban ikurriñas y carteles reclamando la "vuelta a casa" de los presos etarras.
Libertad y pisos de lujo para Josu Ternera
Mientras tanto, el etarra José Antonio Urruticoechea, más conocido como Josu Ternera, disfruta de su libertad vigilada en París... estrenando un nuevo piso de lujo en la capital francesa.
Portando una pulsera telemática, el etarra no sólo vive plenamente su libertad en París, sino que ha decidido mudarse de su anterior piso debido a la "persecución" que dice experimentar por parte de los medios españoles y los "ultraderechistas" que le "amenazan".
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Una vida "muy tranquila y apacible", y rodeada de lujos, es la que tiene el terrorista, mientras la Justicia decide si finalmente el vasco es entregado a España para responder, entre otros, por el atentado de la casa cuartel de la Guardia Civil de 1987, donde fallecieron 11 personas.
Demostraciones de los etarras que establecen la buena vida de los asesinos de decenas de personas, mientras el Gobierno socialcomunista actual mantiene sus negociaciones con los partidos nacionalistas catalanes y vascos, dando más libertades y garantías a los extremistas a cambio de mantener el Gobierno y aprobar los Presupuestos.