Martín adoptó a un cachorrito y se lo regaló a su esposa, que se puso muy feliz. (¡Rescate de tres cachorros abandonados en un contenedor!)
Flaco, así le llamaron, era feliz con su nueva familia, con la que daba largos paseos por los bosques que rodeaban su casa. Era un perro muy fiel y consentido.
Al cabo de unos meses la pareja tuvo a un hijo. Se lo presentaron a Flaco y el perro movía la cola.
Sin embargo, Flaco empezó a recibir menos atención por parte de sus amigos, hasta que un día a Martín le pareció que había ladrado al bebé. Martín lo castigó atándolo en el jardín.
Un día, la pareja salió a hacer una compra rápida, dejando al bebé en su cuna y a Flaco en casa.
Al regresar a la vivienda, Martín se encontró al perro con sangre en la boca y pensó lo peor, por lo que cogió la escopeta y le disparó al perro.
Acto seguido, escuchó el llanto del bebé. Subió a la habitación y se encontró a una serpiente muerta a los pies de la cuna y al bebé en perfecto estado.
Entonces, viendo lo que había hecho, Martín cogió al moribundo perro y lo llevó rápidamente al veterinario…