El proceso separatista de Cataluña cuenta infinitamente más fracasos y ridículos que logros. En gran parte gracias a sus ‘estrellas’ Puigcagón y RacisTorra, dos ejemplares que por suerte para la humanidad están en extinción.
La politóloga Ares Cases, que era independentista confesa hasta que dejó de serlo después de la vergüenza ajena que le hicieron pasar Artur Mas y Carles Puigdemont al frente de la Generalitat, ha compartido un elaborado hilo de Twitter en el que cita “algunos de los momentos más ridículos y más absurdos que nos ha regalado el proceso”.
La invasión de las caretas
Ares Cases empieza su hilo con la invasión de caretas del fugado Carles Puigdemont y pone como ejemplo el caso de Joan Canadell, actual presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona.
“Hay quien incluso lo paseaba en su coche”, explica Ares en referencia a Canadell, que llevaba una careta de Puigdemont en el asiento del copiloto y hacía llamamientos para que otros indepes hicieran lo mismo.
Torra president
Otro de los momentos ‘estelares’ del proceso separatista, por ridículo obviamente, es el de la investidura de Quim Torra.
“TV3 conectando en directo con Puigdemont mirando una pantalla durante la investidura” del presidente Quim Torra, recuerda la politóloga.
Otros ‘hits’ del procés
Ares Cases recuerda también momentos ridículos como la creación de una “app para poner lazos amarillos” o titulares de ElNacional.cat como: “bofetada al unionismo: el amarillo de la mujer de Clooney triunfa en la boda del año”, en referencia al vestido de Amal Clooney.
Por supuesto, sin olvidar otros momentazos como el de “la ponsetia desafiante” que el equipo de protocolo de la Generalitat puso en la sala del Palacio de Pedralbes instantes antes de la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra.
Iban de farol
Las declaraciones de Jordi Puigneró, consejero de Políticas Digitales y Administración Pública de Torra, asegurando que “poner fibra óptica es hacer efectiva la República” también dieron mucha penita.
Pero sin duda una de las que se lleva la palma es la ex consejera de Educación, la fugada de la Justicia Clara Ponsatí, que se atrevió a decir, entre risas, que “iban de farol” cuando dieron el golpe de Estado.
Torra, un espécimen de vodevil
El presidente Quim Torra bien merece estar en esta lista de ridículos con mayúsculas.
Ares Cases destaca “el numerito que hizo (por Torra) en aquel festival de folk de los EEUU. Una gran inversión de dos millones de euros” o “Torra tomándose la tensión después de dos horas de ayuno en Montserrat”.
Tampoco podía faltar “el baile de homenaje al gran líder” durante la presentación del Consejo de la República con Puigdemont conectado vía Skype.