Un niño de tres años falleció en Gijón tras atragantarse con una de las tradicionales uvas de Nochevieja durante las campanadas.
El suceso ocurrió en el domicilio del niño, que se encuentra en el barrio del Natahoyo, según han informado fuentes municipales. (Un militar francés siembra el pánico en la Sagrada Familia)
Cuando se percataron del problema, los padres de Thiago avisaron a la Policía Local, que se desplazó hasta la vivienda ubicada en la calle Independencia.
Según han señalado las mismas fuentes, los agentes evacuaron de inmediato al pequeño hasta el hospital de Jove para que fuese tratado por los profesionales sanitarios.
Thiago, que hubiese cumplido cuatro años el 24 de abril, llegó al centro sanitario sin respiración ni pulso y los médicos, que intentaron reanimarle, no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
"Se me ha ido la mitad de mi vida. Esta casa está fría, porque ya no está él. Su recuerdo lo inunda todo, vaya donde vaya. A partir de ahora, no sé qué voy a hacer", ha explicado Viviana, la madre del niño. (¿Cena de Nochevieja en familia? Las claves para no salir a hostias)
"Tres o cuatro uvas"
La madre de Thiago ha señalado que el niño comía uvas de forma habitual y que, por fin de año, le puso "tres o cuatro sin pepitas en una copa".
Antes de la llegada de la Policía Local, los padres del pequeño salieron a la calle en busca de ayuda pero las maniobras de primeros auxilios que se le realizaron no tuvieron ningún efecto.