El inicio de Cuentos Chinos no está siendo como esperaba Jorge Javier. Después de ver cómo Telecinco decidía echar el cierre a Sálvame, confiaba en que esta nueva aventura pudiera salir adelantes, pero no está teniendo el mismo tirón que tenía con su anterior programa.
En parte, porque le dieron un regalo envenenado. Tenía que competir con El Hormiguero en su misma franja horaria, y por el momento no están consiguiendo ni siquiera acercarse a ellos. El propio presentador catalán ha reconocido que las audiencias están siendo “manifiestamente mejorables”.
Incluso él mismo ha reconocido que “esperaba mejores cifras”, por lo que de momento se está consumando el fracaso que muchos ya habían pronosticado. Sin embargo, Jorge Javier parece tener un plan para arreglar Cuentos Chinos, aunque es bastante imperfecto.
Quiere darle la vuelta
A pesar de todo, el catalán sigue confiando en el producto. Quiere apostar por la paciencia, esperando que lleguen tiempos mejores para su programa. “He imaginado un programa de televisión como la apertura de un negocio. Si te va bien desde el primer día, poco se repara en los errores. Quedan sepultados”.
“El secreto del éxito en la televisión es la paciencia” ha llegado a afirmar, aunque puede que cuando quiere empezar a remontar ya sea demasiado tarda, porque habrá que ver hasta donde está dispuesto a aguantarlo Mediaset si sigue sin levantar el vuelo.
Algo que no parece preocuparse, porque su otra parte del plan pasa por aislarse y no hacer mucho caso a las cosas que se dicen: “Evitar leer noticias sobre el programa y entrar en redes, no beneficia”. Esa es la fórmula que está llevando a cabo para no caerse.
Aunque también ha confesado la desesperación que empieza a haber: “En Cuentos Chinos estamos en ese momento en el que todo son dudas. Ha vuelto la angustia de las ocho de la mañana, hora en la que salen los datos de audiencia”. Parece que su plan para arreglar el programa es imperfecto.