Kiko Hernández está siendo foco de grandes insultos en las redes sociales desde que se hiciera público que va a volver a los escenarios.
Aparte de su faceta como tertuliano televisivo, Kiko Hernández está explotando todo lo posible el mundo de la interpretación. Su última obra Las Troyanas ha tenido un gran éxito y ahora el colaborador va a participar en ciertos actos en Melilla.
En su última aparición pública en los escenarios, nos enteramos de que Kiko Hernández había vetado al periodista Diego Arrabal que se iba a encargar de grabar el acto para luego mostrarlo y comentarlo en Youtube, pero, al paparazzi le vetaron la entrada acto, que luego acudió a denunciarlo a la policía.
Os acordáis cuando actuaba @RosarioMohedano y algunos organizadores intentaban que no entrara el programa, sabiendo que iban a burlarse de ella? La ponían a caldo por eso. Pero @Kiko_Hernandez si lo puede hacer ...... 🤮
— Resiliencia (@Marta45541266) March 22, 2023
Un gesto muy criticado a través de las redes sociales ya que cuando a Rosario Mohedano le tocaba actuar, decidió vetar Kiko Hernández y a otros colaboradores de Sálvame, que según ella misma ha contado, solamente iban a esos actos para reírse de ella, por lo que la hija de Amador Mohedano terminó por prohibirles la entrada.
Chayo no se queda callada
Periodistas como Miguel Temprano se han hecho eco de este veto de Diego Arrabal y no han dudado en criticarlo a través de las redes sociales, algo que Rosario Mohedano ha aprovechado para tildarlo de maltratador y personaje, que lo ha estado humillando durante diez años.
Ahí tenéis al maltratador público número uno !!
— Rosario Mohedano (@RosarioMohedano) March 23, 2023
Premiado por maltratar Y en horario infantil todos los días durante más de 10 años .
Menos mal que tengo profesionalidad y lo pude superar . @anaisbernal https://t.co/WC84otnuyb
Al parecer, solo Kiko Hernández tiene derecho a vetar periodistas cuando a él le da la gana, porque en el caso de que suceda al revés se va a dedicar a linchar a la persona que le prohíba la entrada a cualquier evento, como ya sucedió en su día con un Chayo Mohedano, una muestra más de la hipocresía del tertuliano.