Sálvame lleva emitiéndose 14 años y siempre tratando de reinventarse cada día. Es un formato liderado por las emociones en donde sus colaboradores y presentadores siempre se dejan llevar por lo que sienten en cada momento.
Es de ahí que se hayan generado sentimientos de amor y odio según quien vea el programa, el cual nos ha demostrado no ser apto para todos los públicos.
No son pocos los que han acusado a Sálvame de ser un programa guionizado en donde los tertulianos y presentadores se mueven conforme a un guión del cual no se pueden salir y desde donde les van dando instrucciones acerca de todo lo que deben hacer.
David Valdeperas ha querido salir a defender como director del programa vespertino de Telecinco la autenticidad de su espacio, sin demasiada credibilidad.
Los colaboradores de Sálvame tienen que seguir indicaciones
El director se ha mostrado muy firme en las preguntas que le han realizado y ha respondido a los que acusan al programa de ser un montaje: “ojalá fuera mentira porque nos ahorraríamos muchos problemas”.
De la misma manera, ha querido recalcar el papel de todos los colaboradores que trabajan día a día en el programa siendo ellos mismos, sin utilizar ningún guión, dando rienda suelta a todas sus emociones.
Algo que entra en contradicción con las órdenes que dicen recibir los tertulianos directamente del pinganillo y las prohibiciones a las que tienen que hacer frente cuando en algún momento han querido expresar una opinión que en ese momento no procedía, con lo que no sería del todo cierto que los colaboradores de Sálvame trabajen con total libertad dejándose llevar, ya que tienen normas que cumplir que como hemos visto en directo, de desafiarlas, tendrían que enfrentarse a desagradables consecuencias.