Hasta que la muerte los separó: 31 años en coma no acabaron con su amor

Una historia de amor que toca el corazón: Angelo Farina juró amor eterno a su esposa frente al altar y cumplió su promesa a pesar de los pesares

Diego Vargas
Director
20 de Mayo de 2023
Hasta que la muerte los separó: 31 años en coma no acabaron con su amor
Hasta que la muerte los separó: 31 años en coma no acabaron con su amor

La historia de Miriam Visintin, una mujer que ha pasado 31 años en coma, llegaría hasta el alma de cualquiera. Después de todo este tiempo en estado vegetativo, ha fallecido. Su marido no faltó a la cita con ella ni uno solo de los días en los que le permitieron acudir al hospital, 365 días al año desde la Nochebuena de 1991, con el único 'fallo' de la etapa de la pandemia.

Angelo Farina ha cumplido con creces la promesa que le hizo a su mujer cuando juraron ante el altar que su amor duraría hasta que la muerte los separara. Fue en junio de 1990 cuando la pareja se casó, y un año y medio después cuando un trágico accidente de tráfico puso a prueba esa promesa.

La joven solo tenía 26 años, y ha pasado más de la mitad de su vida tendida sobre la cama de un hospital. El pasado jueves fallecía a consecuencia de un problema pulmonar.

Su marido nunca la dejó sola, y su relato rompe el corazón: afirma que volvería a hacerlo, que volvería a pasar otros 31 años más de vida al lado de la mujer a la que ama. Porque un amor tan grande no se acaba. Se transforma, cambia, pero continúa muy vivo incluso después de la muerte.

En una entrevista para La Repubblica, Angelo Farina ha narrado cómo se siente después de lo ocurrido: "Estoy bien, ahora me siento liberado, porque sé que Miriam dejó de sufrir. Estos últimos 40 días fueron terribles: primero un derrame pleural, luego una serie de complicaciones e incluso dos paros cardíacos".

¿Por qué nunca dejó de visitarla?

Angelo afirma que al principio la visitaba porque tenía esperanzas de que despertara. Posteriormente, fue una decisión que tomó con el corazón: quiso seguir con ella hasta el final de sus días.

"Al principio era la esperanza lo que me animaba. Pensé que, tarde o temprano, se despertaría (...). Acabó en un estado que la medicina denomina coma apálico. Después del accidente su cerebro estaba dañado en un 95%. Decidí desde el principio quedarme allí con ella, para siempre, hasta el último de sus días. Podría haber pedido la anulación del matrimonio a la Sacra Rota, pero nunca quise hacerlo. Y Miriam siguió siendo mi esposa. Fue muy difícil, no fue una situación fácil de aceptar. Tenía tanta rabia dentro. Una chica tan hermosa, buena y especial no debería haber acabado así", explicó.

A lo largo de estos años, Angelo conoció a otra mujer y rehizo su vida, formando una familia: "Estuve solo durante 12 años, luego conocí a una persona especial que me entendió a mí y a mi situación. Ella supo estar a mi lado con delicadeza, sin oponerse nunca a nada que preocupara a Miriam. De hecho, en los últimos días ella también estuvo cerca para ayudarla".