Escándalo en Barcelona: una mujer ucraniana denuncia una estafa de 71.000 euros en una tienda

La impensable falta de escrúpulos de los responsables de esta estafa es terrorífica

08 de Abril de 2022
Escándalo en Barcelona: una mujer ucraniana denuncia una estafa de 71.000 euros en una tienda
Escándalo en Barcelona: una mujer ucraniana denuncia una estafa de 71.000 euros en una tienda

La situación en Ucrania, que está sufriendo una injustificada invasión por parte de Rusia, ha provocado que las personas, más que los gobiernos e instituciones, se lancen a la ayuda de los refugiados ucranianos y de todas aquellas personas que, por difrerentes motivos, todavía permanecen en el país. La solidaridad que el mundo ha volcado sobre el país del este de Europa parece estar teniendo su efecto, porque Ucrania gana con el paso del tiempo pequeños balones de oxígeno con los que defenderse de las tropas rusas.

Una de las historias de solidaridad la ha protagonizado Yana, una mujer ucraniana radicada en Barcelona. Consciente del sufrimiento de sus compatriotas y de todas aquellas personas destinadas en el frente, esta mujer decidió invertir una potente suma de dinero para enviar suministros militares al Ejército ucraniano que actualmente se bate contra las fuerzas invasoras rusas. 

Yana realizó una abultada compra de 100 chalecos antibalas destinados a las fuerzas militares ucranianas en una tienda especializada de Barcelona. Sin embargo, desde el mismo momento en el que realizó la compra, todo comenzó a ir cuesta arriba para Yana, quien sospecha que ha podido ser víctima de una estafa. Este tipo de delitos siempre son reprobables, pero son especialmente inmorales y despreciables cuando se realizan con pretextos y contextos como la actual situación de Ucrania, que queda lejos de ser un juego o una situación fácilmente reversible.

Habiendo abonado el total de la compra, unos 71.000 euros, Yana solo debía esperar tranquilamente desde su hogar en Barcelona la llegada de los chalecos antibalas. Nada más lejos de la realidad. El tiempo pasó y la mercancía de Yana no arribó a su destino. Cuando la mujer ucraniana se puso en contacto con la tienda donde había comprado los chalecos, sus responsables le comentaron que no estaban comprometidos a llevarlos a Barcelona. Esta vergonzosa declaración provocó que Yana debiera rascarse el bolsillo y pagar un billete de ida y vuelta a Madrid con el objetivo de recoger las prendas.

Sin embargo, cuando llegó a la capital de España, se dio cuenta de que su pedido no estaba completo. De las 100 prendas que había encargado, solo tenía en su posesión 25 chalecos. Las reclamaciones de Yana cayeron nuevamente en saco roto y los responsables hicieron oídos sordos a las quejas de la mujer ucraniana. Ya de vuelta en Barcelona, Yana contactó con las fuerzas del orden y denunció la estafa a la que la habían sometido. 

Los responsables de la empresa implicada ya han anunciado que no tienen pensado devolver su dinero a Yana, a pesar de que tres cuartos del pedido no está en poder de la ucraniana. Esta descarada y deleznable actitud no se detiene ahí: el proceso de compra y de envío de las prendas ha estado lleno de irregularidades desde el principio. Yana solicitó abonar primero la mitad del pedido como señal de la compra y, cuando los chalecos estuvieran en su poder, abonaría el resto del precio.

Las negativas de los responsables de la transacción obligaron a Yana a abonar directamente los 71.000 euros, sin chalecos y sin una garantía exacta de la fecha en la que podría disponer finalmente de sus chalecos antibalas. Ahora, Yana solo puede enviar 25 de los 100 chalecos que tenía pensado mandar para el Ejército ucraniano. Pero la pelota está en el tejado de las fuerzas policiales, que deben llegar hasta el fondo de la cuestión y arrestar a quienes tan alegremente juegan con la vida y con el dinero de los demás en situaciones tan críticas como la que vive Ucrania hoy por hoy.