Poco antes de terminar el debate por la moción de censura, Pedro Sáchez sorprendía a todos los asistentes de la Cámara al pedir la palabra.
"Vamos a detener el reloj de la renovación del Consejo General del Poder Judicial" ha asegurado el presidente, mirando directamente a la bancada popular "para llegar a un acuerdo con ustedes".
Así pues, el socialista ha hecho un llamamiento a "toda la cámara" y en especial al Partido Popular, al que ha acusado idirectamente de estar "bloqueando esa renovación de los órganos constitucionales".
"En cuanto concluya esta votación, aquellos partidos que tenemos responsabilidad de Estado, sentémonos y renovemos los órganos constitucionales en beneficio de toda la ciudadanía" ha estipulado el presidente.
Una invitación que ha sido prontamente respondida por el secretario general del PP, Teodoro García-Egea, a través de Twitter, donde ha recordado que los populares negociarán con el PSOE con ciertas condiciones que deben ser cumplidas.
"Retirar la reforma" mantiene García-Egea, así como "despolitizar la elección del CGPJ y Fiscalía" y, por último, "excluir a Podemos del proceso".
Europa, muy atenta a las negociaciones
Esta semana, varios embajadores de la Unión Europea se reunieron con Pablo Iglesias en Madrid; momento que aprovecharon para expresar su preocupación ante esta situación, que tildaron de una "latinización" del Gobierno de España, en referencia a Venezuela.
Una preocupación, afirman desde OK Diario, que hace que Europa mire con lupa los próximos movimientos del Gobierno, no solo para evitar que realmente se pueda producir una intervención del Gobierno en el poder judicial... si no también para evitar un desastre financiero.
Toque de atención de la UE a Sánchez por sus chanchullos judiciales: "España se aparta de Europa"
"En Europa nos miran con lupa para concretar la entrega de las ayudas del Fondo de Reconstrucción" aseguran fuentes gubernamentales al diario citado.
Y es que la inestabilidad del Gobierno, ahora expandida también a la división de poderes en la democracia española, puede "afectar también a la confianza del inversor extranjero".