Gabriel Rufián, el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, ya le ha visto las orejas al lobo y se ha deshecho del lacito amarillo en su solapa, un símbolo que ha lucido con orgullo como medida de protesta por la encarcelación de los responsables del intento de golpe de estado que se produjo en Cataluña en 2017. (¡¡Cómo se les ve el plumero!! Hasta Rufián empuja a Podemos a un acuerdo con sus amigos del PSOE)
El guiño de Rufián sin lacito
Se trata de una señal, un guiño, que debe quedar enmarcada en el inminente apoyo que el grupo republicano prestará a Pedro Sánchez en su investidura en el Congreso, aunque aún se desconoce si será en forma de abstención o de respaldo público ante la posibilidad de un avance de las derechas en el hemiciclo español en caso de elecciones, algo que ERC pretende evitar.
Lo que sí ha dicho Rufián es que su partido "no bloqueará la investidura de Pedro Sánchez", y ha insistido en la necesidad de diáligo para encontrar soluciones políticas a un conflicto que para él es sólo político. “Hay que hablar, hay que dialogar y hay que negociar”, ha dicho Rufián después de mantener una cumbre con la número dos del PSOE, Adriana Lastra. (Rufián se hace de oro provocando a España)
“Esta tiene que ser la legislatura del diálogo, de la negociación, y del retorno a la política de un conflicto político”, ha dicho sin reclamar nada a cambio de su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez.
"La gente está cansada"
Rufián le ve las orejas al lobo y su formación no quiere jugar con fuego ante el evidente divorcio que PSOE y Podemos han mostrado en las últimas fechas. Rufián les ha pedido a ambas formaciones "responsabilidad", la misma responsabilidad que tanto le cuesta a él y a ERC mostrar en sus actos. (Rufián informa a Pedro Sánchez de que ERC está dispuesta a colaborar)
“Pedimos que nadie se levante de la mesa de negociación hasta el último minuto” y sobre el voto de ERC ha adelantado que “por nosotros no será. Nosotros no queremos estar en el saco del conflicto, ni en el saco del bloqueo, ni en el saco de la amenza. Nosotros queremos que esto avance porque la gente está cansada. Unas nuevas elecciones seria una frustración que sólo pagaría la izquierda".