Carter Blanchard, un niño de 8 años, consiguió superar una depresión gracias a un perro, Rowdy. El pequeño cayó en un mar de tristeza cuando descubrió una mancha en su rostro con apenas 6 años. Padece la curiosa enfermedad de vitiligo.
El vitiligo es una enfermedad degenerativa de la piel en la cual se va perdiendo pigmentación y aparecen manchas blanquecinas por todo el cuerpo. Desde ese momento, Carter empezó a sentirse diferente y cayó en una profunda depresión. Hasta que conoció a Rowdy, un labrador con la misma enfermedad.
Su madre se dio cuenta del pozo sin fondo en el que estaba cayendo y decidió pedir ayuda. Así, Stephanie Adcock decidió buscar una solución y la encontró al descubrir en Internet a un perro con esta misma enfermedad. Pensó que tal vez si conocía al animal superaría el trauma. Y así fue.
La dueña de Rowdy, Niki Umbenhower, no puso ningún impedimento para que el niño acudiera a Oregon, desde Arkansas, para conocer a su mascota. La madre de Carter consiguió gracias a una donación el dinero necesario para emprender este viaje, y el resultado no pudo ser más satisfactorio, tal y como puedes ver en el siguiente vídeo.
El encuentro fue muy especial y el niño volvió a sonreír al darse cuenta de que se puede tener esta enfermedad y al mismo tiempo seguir viviendo con la máxima felicidad. Desde ese momento, el pequeño y el perrito se hicieron amigos y la madre de Carter y la dueña de Rowdy hacen todo lo posible porque sus encuentros sean cada vez más frecuentes. ¡Una historia maravillosa!