El 31 de marzo de 1996, Rocío Carrasco y Antonio David Flores se casaron en la ermita Las Vírgenes de la finca Yerbabuena.
Ella tenía 18 años y él 20. Rocío Jurado le rogó a su hija que no se casara tan joven, pero Rocío Carrasco, embarazada de dos meses, no dio su brazo a torcer.
Ese día representa el inicio de una de las guerras familiares que más portadas han ocupado en la prensa del corazón.
“Parecía una inocentada. Cuando la vi con esa peluca, esos tirabuzones, esas lentillas, pensé: ‘¿Estamos en carnavales?”, diría Antonio David años después sobre Rocío Carrasco.
Sin duda uno de los momentos más recordados tuvo lugar durante la juerga flamenca posterior al banquete.
Ortega Cano, junto a Massiel, cantó en estado de éxtasis su ya mítico “Y estamos tan a gustitoooo”.
Un ‘hit’ que podéis apreciar en el vídeo a continuación.