Los golpistas encarcelados que encabezaron las listas del Congreso y el Senado el pasado 28 de abril, Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Josep Rull, Jordi Turull y Raül Romeva tendrán que adaptarse a la sentencia del Tribunal Supremo.
Desde ERC ya han asegurado que Junqueras será el candidato a todas las elecciones que haya, para plantar cara a la ‘represión’. Pero la sentencia puede impedirlo.
Se quedarían fuera de plazo
Desde la reforma de la ley electoral de 2016, los partidos tienen un plazo de entre ocho y trece días después de la convocatoria para informar qué personas irán en las listas.
Las elecciones, si es que no las anuncia Pedro Sánchez, se convocarán de manera automática el 24 de septiembre a las 0 horas, por lo que el 7 de octubre será el último día para presentar las candidaturas a la Junta Electoral. (Lo que le cuesta a los españoles la broma de las elecciones)
Calendario apretado y fechas ajustadas
Entre esos dos días se espera que se haga pública la sentencia del Tribunal Supremo. Según fuentes del propio Tribunal Supremo, se espera que se publique la primera quincena de octubre, antes de que cumplan dos años de prisión preventiva de los Jordis.
Pero el fiscal Javier Zaragoza, uno de los cuatro que ejerció en el juicio, acotó la fecha de la publicación. Indicó que seguramente se publique antes del 12 de octubre, día de la hispanidad. (Ya sabemos por el fiscal Zaragoza ¡¡¡cuando saldrá la sentencia del procés!!!)
¿Se podrán presentar?
Si la sentencia no se publica antes del 7 de octubre, los partidos presentarán a los golpistas como candidatos. Así lo confirmó Pere Aragonès en una entrevista en Rac1: “el próximo candidato queremos que sea Junqueras. No está ni estará inhabilitado para nosotros”.
Si los políticos presos forman parte de la lista y la sentencia es condenatoria, entonces se caerían de la lista de manera automática. Los condenados por rebelión, sea en sentencia firme o no, no pueden presentarse.
Tribunal más alto
Al ser el Supremo el tribunal de más alto rango en España, la sentencia ya será en firme, dado que la única manera para recurrir sería ir a Estrasburgo, pasando por el Constitucional donde serían inhabilitados en el acto.