¿Puede un beso contagiar el SIDA?

Hoy, Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, hacemos un repaso sobre algunas curiosidades de esta terrible enfermedad...

01 de Diciembre de 2018
¿Puede un beso contagiar el SIDA?
¿Puede un beso contagiar el SIDA?

¿Puede un beso contagiar el SIDA?

Un beso no contagia el SIDA, a no ser que la persona portadora del virus VIH tenga alguna herida en su boca o le sangren las encías.

Solo si en el intercambio de saliva del beso hay trasvase de sangre, entonces el riesgo de contagio sí es muy alto.

¿Qué diferencia hay entre el VIH y el SIDA?

Aunque puedan parecer cosas sinónimas, tener el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) no implica tener el Síndrome de la Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA).

Se puede tener el virus en el cuerpo sin desarrollar la enfermedad ni presentar ningún tipo de síntoma. En este caso el paciente recibe el nombre de 'portador asintomático'.

Se trata de una situación cada vez más frecuente gracias al avance de los nuevos tratamientos contra la enfermedad. En consecuencia, solo se le llama SIDA a la etapa avanzada de la infección por VIH.

En estos casos el individuo presenta síntomas resultado del deterioro de su sistema inmunológico por acción del virus. Se trata de un afección que debilita las defensas del cuerpo y facilita que otras enfermedades ataquen al organismo del enfermo.

¿Existe alguien inmune al SIDA?

Sí, o más bien ha existido. El artista Stephen Crohn decidió acabar con su vida a los 66 años en Nueva York. Según su hermana, este hombre no quería vivir más porque se sentía culpable. ¿El motivo? No haber sucumbido al SIDA mientras muchos de sus amigos iban muriendo a consecuencia de esta enfermedad.

Por ejemplo, en 1978, su novio, el gimnasta Jerry Green, fue una de las primeras personas en fallecer por esta infección. Durante los siguientes años murieron varias personas más a su alrededor con las que Crohn había tenido contacto, y aunque no se había puesto protección, él nunca dio positivo en el test de VIH.

De hecho, él se sentía único y distinto y pedía que los médicos le estudiaran para averiguar más cosas sobre la enfermedad.

Por lo visto, este hombre tenía una mutación genética llamada 'Delta 32' que solo tiene un 1% de la población mundial. Gracias a la misma evitaba el contagio, ya que el virus era incapaz de infectar a su sistema inmunitario al no poder penetrar en las células por 'culpa' de esta alteración.

Así, su caso fue realmente útil para seguir con las investigaciones y diseñar nuevos medicamentos, como el Maraviroc. Y es que su ejemplo demuestra que en algunos casos la perseverancia y las ganas de ayudar pueden ser muy importantes para conseguir un mundo mejor.