El Gobierno de Corea del Norte, dirigido con mano de hierro por Kim Jong-Un, ha tomado la decisión de prohibir que los norcoreanos tengan perros como mascotas.
Una polémica decisión que llega después de muchos meses de desinformación y especulaciones sobre el estado de salud del Líder Supremo de la República, y que constata que la ideología del líder norcoreano seguirá marcando el día a día de los coreanos. (Sexo, dinero.. ¿y drogas? Juan Carlos I estaba rodeado)
Así pues, y tal y como informa el diario surcoreano 'The Chosun Ilbo', el Gobierno norcoreano estaría confiscando los perros compañía de la élite de Pyongang para enviarlos a zoológicos estatales ... o venderlos a restaurantes del país.
Y es que, como es conocido, Corea del norte, al igual que muchos otros países asiáticos, consume la carne de perro en su gastronomía, lo que ha provocado que muchos ciudadanos norcoreanos, en silencio, han comenzado a temer que sus mascotas acaben vendiéndose en los mercados locales.
Esta sería la solución encontrada por el Ejecutivo de Kim Jong-Un para paliar la escasez de alimentos que el país lleva experimentando durante meses, fruto de la crisis económica y social que está viviendo Corea del Norte; eso sí, el Gobierno norcoreano habría encontrado una 'excusa oficial' para este 'secuestro' de perros a nivel nacional. (La entrada de Pablo Iglesias en el CNI pone en alerta a la Inteligencia de Estados Unidos por esto)
La lucha de Kim Jong-Un contra la "burguesía capitalista"
Según informa el medio surcoreano, la decisión contra los perros habría venido dirigida a acabar con la "extravagancia capitalista" de Pyongyang, sobre todo en las élites del ejército y en el Gobierno, evitando así el aburguesamiento de las élites norcoreanas.
Algo que se habría muy popular entre las clases altas norcoreanas, que desde 1989 ha hecho alarde de costosos y exóticos perros como símbolo de su status social, provocando que las clases más humildes acabasen "maldiciendo a Kim Jong-Un a sus espaldas". (¡Qué torpe es! a Boris Johnson se le pierden dos ministros en Canarias)
"La gente normal cría cerdos y pollos en sus porches, mientras que los oficiales y la gente rica posee perros, lo que ha generado algo de resentimiento" explican fuentes norcoreanas al diario.
Un golpe a la burguesía norcoreana, y que demuesta que Kim Jong-Un ha vuelto a la esfera pública y a su mandato con la fortaleza y fuerza suficientes para volver a poner al país, en crisis y hambriento, en jaque.