Pedro Sánchez sigue con un camino hacia la sesión de investidura. Aunque primero será la de Alberto Núñez Feijóo, que se celebrará el próximo 26 y 27 de septiembre, todo apunta a que de ella no saldrá el nuevo presidente del gobierno por culpa del PSOE.
Están dispuestos a gobernar pese a haber perdido las elecciones y aunque ello conlleva acceder al chantaje de los independentistas. Es lo que tiene no ser ni el partido más votado, ni el que más escaños consiguió en las urnas, pero tener una ambición enorme.
Parece claro que una de las primeras concesiones que hará será la amnistía. Tanto Junts como ERC han exigido esta medida para tener sus votos a favor en una hipotética sesión de investidura con él como candidato, y los últimos comentarios de ambas formaciones confirmarían que se la dará.
Sin embargo, ya hay quien empieza a pararle los pies. En este caso ha sido Vicente Vallés el que ha cargado contra Sánchez y le ha recomendado que haga una amnistía de verdad, pero que nada tiene que ver con la que le quiere conceder a Puigdemont.
Las opciones de Sánchez
Vallés ha hablado de las opciones que tiene Sánchez y una de ellas es que “quiera dar la amnistía, pero no sepa cómo hacerlo sin saltarse la Constitución y, más importante aún, sin saltarse la dignidad del país”, aunque por el momento no se ha pronunciado al respecto.
Sí que lo ha hecho “y sin piedad, con alguien que durante años puso su vida en riesgo para defender a España en el País Vasco: ha expulsado del PSOE a Nicolás Redondo Terreros”. Y ha añadido que “uno de los asuntos por los que se le recordará es por este intento de humillar a Nicolás Redondo”.
Vicente no se ha mordido la lengua porque esto ha sucedido al mismo tiempo que “tiene a un ejército de políticos y juristas tratando de diseñar una fórmula para amnistiar a Puigdemont, y cuando ha consentido sin rechistar que su vicepresidenta segunda se reuniera con el prófugo en su guarida de Waterloo. Quizá la amnistía la merezca Nicolás Redondo”.