Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, tiene una afición muy fea, y más cuando ostentas un cargo público de tanta responsabilidad. El líder del Ejecutivo español suele ser muy generoso con sus familiares y amigos, y practica el ‘enchufismo’, algo más que criticable e incluso, por momentos, denunciables.
Han sido muchos los nombres propios que han surgido a lo largo de estos años que se han vinculado a Pedro Sánchez. Es decir, que han conseguido cargos de relevancia, tanto en la administración pública como en el sector privado, gracias a su vinculación con el presidente del Gobierno. Esto no quiere decir que dichas personas no estuviesen cualificadas para el cargo que ostentan, sino que su candidatura para el puesto ha subido muchos puestos a la hora de ser valoradas gracias al ‘empujoncito’ recibido por venir de parte del presidente.
El último caso de enchufismo del presidente no solamente le salpica a él, sino que también se ve involucrada Begoña Gómez, su mujer, algo que ha generado aún más polémica.
Con Sánchez no te faltará de nada
Manuela Villa, amiga íntima de Begoña Gómez, concurrirá en las listas del PSOE para la presidencia de la Comunidad de Madrid en los comicios del próximo 28 de mayo. Juan Lobato, candidato del partido a la presidencia, ha tenido libertad absoluta a la hora de confeccionar su lista, por lo que ha decidido incluir a Villa. No obstante, la decisión no ha sido tomada por el propio Lobato.
La amiga de Begoña Gómez lleva ya unos años vinculados al PSOE. En 2020 entró como asesora del Ministerio de Cultura y Deporte, y desde entonces se ha mantenido en el cargo.
A partir de ese instante, ha ido avanzando dentro del partido, siempre con el aval de la ‘Primera Dama’, hasta ser tenida en cuenta para concurrir en las listas de Juan Lobato.
Sin dejar rastro
Sánchez quiere evitar a toda costa la polémica por el ‘Caso Manuela Villa’. El presidente del Gobierno quiere hacer creer que no tiene nada que ver con esa mujer, aunque le va a costar en exceso desvincularse de ella.
Por lo pronto, la medida que ha adoptado el presidente es no seguir en redes sociales a Manuela Villa. Pretende hacer como que no la conoce, para que así sea algo más complicado vincular el nombre de ambos. Pese a ser un movimiento algo interesante, resulta francamente inútil.