Esta semana la portavoz de Más Madrid en la Asamblea de la Comunidad, Mónica García, ha sido el epicentro de todas las miradas, comentarios y críticas. Lo cierto es que ella misma se lo ha buscado al haber metido la pata hasta el fondo.
García ha cargado con furia y fuerza contra Enrique Ossorio, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, porque este estaba cobrando la ayuda del bono social térmico, pensado para familias en riesgo de exclusión y vulnerables, así como para familias numerosas. Precisamente, Ossorio percibía esta ayuda porque conforma una familia numerosa.
La de Más Madrid pidió la dimisión del Consejero madrileño al destapar que se estaba beneficiando de este pago. Sin embargo, con lo que no contaba ella es que sus ataques se le fuesen a volver en contra, ya que en su casa también estaba entrando esa ayuda mes a mes. Su marido la había solicitado y desde hacía unos meses la estaban cobrando, también por conformar una familia numerosa.
Sueldo de seis cifras
Enrique Montañés García, marido de Mónica García, es ejecutivo de una empresa que facturó cerca de 300 millones de euros en plena pandemia del coronavirus. Ostenta el cargo de vicepresidente Senior para el sur de Europa de la multinacional logística Chep, y su sueldo es de unos 200.000 euros anuales.
Si a estos 200.000 euros anuales se les suman los casi 45.000 euros al año que gana Mónica García por su cargo en la Asamblea, lo cierto es que las cifras asustan y marean. Es un núcleo familiar donde mes a mes entra mucho dinero.
Al verse acorralada, la de Más Madrid ha dicho que quiere estudiar la fórmula para devolver el dinero y dejar de percibir esa ayuda. Sea cierto o no, devuelva finalmente el dinero que ha recibido o no, la verdad es que su reputación ya ha quedado muy dañada.
Un ridículo espantoso en un año clave para su futuro político. Parece claro que este tipo de escándalos no le van a venir bien en cuanto a recaudar votos en los comicios regionales.