José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente socialista del Gobierno de España, ha vuelto a convertirse en protagonista dentro de la política nacional española por defender, de forma inesperada y en contra de la línea actual del partido, el 'no a la guerra' en el conflicto de Ucrania.
Una reaparición pública del ex presidente socialista, en un contexto de crisis económica sin precedentes, que ha hecho que muchos echen la vista atrás, recordando el periodo de Zapatero como líder el país: otro momento de brutal crisis económica de la que muchos aún sufren las consecuencias.
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Sin embargo, la crisis del 2008 no es lo único que se ha quedado en la memoria de los ciudadanos: y es que prácticamente nadie ha podido olvidar la fotografía familiar de Zapatero en su visita a Barack Obama.
Una fotografía que se hizo viral, no por la relevancia de la reunión entre ambos líderes, sino por la imágen de las dos hijas del presidente español, que decidieron acudir a la velada vestidas en el más puro estilo gótico, con largos vestidos negros, botas militares y muñequeras.
Cambio radical de look
Pero los años pasan, y Laura y Alba ya no son las adolesentes de 16 y 13 años que visitaron la Casa Blanca; así pues, trece años después, ambas lucen un aspecto muy distinto, habiendo llegado a la madurez en su vida profesional y en su estilo.
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Por su parte, Alba, la más pequeña, decidió estudiar Comunicación Audiovisual y Artes Escénicas en una conocida universidad privada, estando ahora prácticamente dispuesta a todo para conseguir el mejor material para su trabajo, donde es muy apreciada.
También 'abandonando' la vía de su padre, Laura, la mayor de las hermanas, ha renunciado a estudiar Derecho o meterse en política como su padre. Así pues, después de haberse planteado estudiar filosofía, la joven acabó estudiando un Grado en la Escuela Superior de Comunicación, Imagen y Sonido.
Profesiones muy enfocadas a la imagen, tanto de empresa como la personal, que sin duda, habrán ayudado a las jóvenes en su cambio radical de estilo, vistiendo ahora de manera favorecedora y sencilla, optando ambas por olvidar, en la medida de lo posible, el fatídico look que las hizo famosas.