Marine Le Pen es una de esas figuras políticas que no deja indiferente a nadie, siempre marcando aquellos sitios por donde pasa con una huella que se recuerda tiempo después de haber estado por allí. La vida de la líder de la Agrupación Nacional no ha sido fácil, y gran parte de su trayectoria en la política ha estado marcada por su propio padre.
Marine Le Pen es abogada de formación, pero siempre tuvo una elevada pasión por la política, al igual que su padre Jean-Marie Le Pen, que fundó el Frente Nacional durante la década de los años 70. Desde su inclusión en el partido, Marine nunca se caracterizó por seguir de cerca los postulados de su padre, a los que se ha opuesto férreamente en más de una ocasión.
Con su ascenso al liderazgo del Frente Nacional, Marine tenía una tarea vital en el partido: erradicar cualquier vestigio de las políticas ejercidas por su padre y eliminar la radicalización de la formación política con el objetivo de acercarla al centro de la vida política. La refundación del Frente Nacional provocó en 2018 su cambio de nombre, además de la expulsión del aparato del propio Jean-Marie Le Pen por parte de su hija. Con esta medida, Marine buscaba deshacerse de diferentes opiniones controvertidas que pudieran poner en peligro la nueva imagen de moderación del partido, como los comentarios antisemitas de su propio padre Jean-Marie.
Durante todos esos años, la relación entre padre e hija ha experimentado varios altibajos, pero desde la expulsión de Jean-Marie del partido que él mismo fundó, la relación entre ambos es totalmente "irreconciliable". La propia Marine ha asumido y calificado el punto en el que se encuentra el trato con su padre: "Cuando eres hija de Jean-Marie Le Pen, por definición, tienes que ser cuestionada, defenderle, sufrir lo que pueda decir o lo que se pueda decir de él".
Señalando que Jean-Marie "nunca se comportó como un padre", Marine Le Pen también recuerda la falta de cariño y los desplantes de su propia madre. A pesar de que Jean-Marie y Pierrette Lalanne estaban casados, el matrimonio se rompió oficialmente cuando la madre de Marine conoció al periodista biográfo de su marido, por el que abandonó a su familia antes de que Marine cumpliera 18 años. Esta marcha jamás iba a ser perdonada por Marine, quien se sintió traicionada por su madre.
La amplificación del conflicto matrimonial por los medios de comunicación provocó unas incendiarias declaraciones de Jean-Marie hacia su exmujer, al negarse a pagar una pensión alimenticia: "Si necesita dinero, puede hacer las tareas del hogar". La respuesta de Lalanne estuvo a la altura: al poco tiempo, Lalanne posaba para PlayBoy bajo el revelador titular 'La señora Le Pen hace las tareas del hogar'.
Este intercambio mediático era excesivo para Marine, quien no podía comprender por qué su madre se había alejado de ella durante más de 15 años, lapso de tiempo en el que la relación estuvo completamente rota: para Marine fue el "más espantoso, cruel y aplastante de los dolores del corazón: mi madre no me amaba". Lalanne parece querer recuperar el tiempo perdido, puesto que solo tiene buenas palabras para la política. Durante uno de sus últimos mítines, su madre ha expresado con sinceridad los sentimientos que alberga hacia su hija: "La adoro. La admiro plenamente".
La vida sentimental de Marine Le Pen ha estado llena de idas y venidas. Su primer matrimonio comenzó en 1995 y finalizó en 2002. Durante este lapso de tiempo, estuvo casada con Franck Chauffroy, un alto ejecutivo de la Agrupación Nacional. Desde 2002 hasta 2006 oficializó su matrimonio con otro político: Eric Lorio, antiguo secretario de la formación que Marine preside. Después de la ruptura de su matrimonio con Lorio, Marine atravesó una buena racha con el noviazgo con Louis Aliot, que comenzó en 2009 y finalizó diez años después. Desde entonces, nadie ocupa el corazón de una mujer que espera ocupar el Palacio del Elíseo desde este mismo 24 de abril.