El Barça está metido en un buen lío. Pese a que Joan Laporta intente echar balones fuera, buscar culpables externos y depurar responsabilidades, lo cierto es que el caso Negreira tiene pinta que va a pringar hasta el fondo al club catalán.
El juzgado de instrucción nº1 de Barcelona ha admitido a trámite la denuncia interpuesta contra el FC Barcelona, por lo que parece que juicio va a haber sí o sí.
Además, también se admite en la misma diligencia la querella que había presentado el ya ex árbitro Xavier Estrada Fernández, que se personará en la causa, al igual que la Real Federación Española de Fútbol, LaLiga, el Real Madrid y el Consejo Superior de Deportes.
Pese a que el club culé tiene todas las de perder, lo cierto es que aún sigue recaudando apoyos. Por ejemplo, se ha podido comprobar como los políticos independentistas catalanes tratan de pasar de puntillas sobre el asunto, intentando no mojarse para no perjudicar al Barça.
Si el implicado en esta trama de corrupción fuese el Real Madrid, las tornas cambiarían y poco menos que la prisión permanente revisable reclamarían los Aragonès, Borràs, Junqueras y Puigdemont de turno. Sin embargo, ante este caso silencio absoluto. Es más, se ha llegado a especular que todo está orquestado desde Madrid para perjudicar al FC Barcelona.
Fuentes consultadas por Don Diario admiten que este ‘silencio’ político tiene un motivo muy claro: la vinculación de los poderes públicos catalanes en el BarçaGate. Y es que, estas mismas fuentes, aseguran que la Fiscalía tiene indicios de que políticos independentistas muy ligados al Barça tenían conocimiento de los pagos a Negreira y presionaban para que estos no cesaran.
La marca ‘Fútbol Club Barcelona’ es muy utilizada por el independentismo con el objetivo de ganar adeptos a su causa e internacionalizar el conflicto. Entonces, como cabe esperar, cuanto más éxito tuviese el Barça, más se daría a conocer el conflicto contra España.
El asunto ya está en manos de la justicia que tendrá que investigar y demostrar que el Barça ha cometido irregularidades en dichos pagos y qué relación tenían otras administraciones. Lo cierto es que todo pinta muy negro para el club catalán.