El estilo es uno de los aspectos más importantes en un presidente del Gobierno, puesto que marca cuál es la apariencia externa con la que se representa al país que dirige. En el caso de Pedro Sánchez, es también uno de los aspectos más analizados y escrutados debido a su cargo pero sobre todo a su supuesta fama de ligón y atractivo físico.
Cuando enfrenta duros días de trabajo como presidente, Sánchez hace uso de trajes que juegan con los diferentes tonos de azul, incluyendo las camisas. Sobre estas prendas de vestir, el presidente del Gobierno las ha escogido lisas, sin cuadros ni rayas, para que combinen perfectamente con las corbatas monocolor que suelen ser habituales en las apariciones más formales de Sánchez en comparecencias ante los medios o en las sesiones de control al Gobierno del Congreso de los Diputados.
Su configuración corporal le permite llevar bien estas prendas de vestir: la famosa "percha" de Pedro Sánchez se debe gracias a su altura, su figura atlética y ancha espalda que le hacen quedar bien los trajes la mayoría de veces que los lleva puestos. Sin embargo, el presidente del Gobierno no siempre está trabajando.
Cuando deja a un lado la americana y los pantalones formales, Sánchez gusta de ponerse prendas que transmitan un estilo más desenfadado, a pesar de que siempre está cuidado al máximo. La informalización de su vestimenta cuando abandona los lugares de la más alta política y debe acudir a un mitin o simplemente pasea por la ciudad con su familia es un hecho curioso.
Sánchez suele elegir camisas más desenfadadas que las que emplea con sus trajes azulados, conjuntándolas con pantalones vaqueros y un complemento esencial: chaquetas. El presidente es amigo de esta prenda de vestir, que es de diferentes materiales y cortes: Sánchez tiene la costumbre de utilizar chaquetas de algodón o cazadoras de piel y generalmente de corte militar. Como cierre de los atuendos más informales de Sánchez, el presidente suele llevar pantalones vaqueros, a pesar de que debería evitar aquellos que estén ajustados debido, precisamente, a su altura de casi dos metros.
Con todo, Sánchez es uno de los políticos españoles que mejor viste, a pesar de que en varias ocasiones se pasa de la raya y nos deja ver que es consciente de su propio atractivo, organizando cuidadosamente las fotos que publica en sus redes sociales con el objetivo de mantener una buena imagen tanto en su propio país como en el exterior de nuestras fronteras.