La inestabilidad política en el Partido Popular ha provocado que diversos nombres salgan constantemente en las noticias, especialmente los de aquellos destinados a suceder a Pablo Casado al frente de la formación radicada en la calle Génova si este finalmente acaba dimitiendo como líder del PP. Entre las personas llamadas a sucederle se encuentra Alberto Núñez Feijóo.
El todavía presidente de la Xunta de Galicia siempre ha sido una figura misteriosa en algunos aspectos relacionados con su vida privada, y siempre ha proyectado en todas sus apariciones y en los medios de comunicación la imagen de un trabajador público destinado a servir y a estar disponible para el pueblo al que gobierna las 24 horas del día. Sin embargo, el lado humano de Feijóo también es más que interesante. Casi tanto como su trayectoria política, que estuvo marcada por un exministro, José Manuel Romay Beccaría. Bajo las enseñanzas de este coterráneo suyo, Feijóo logró entrar en el mundo de la alta política y conocer todos los engranajes interiores de la vida de los despachos gallegos hasta que en 2009 dio el paso definitivo para su casi perenne instalación al frente de la Xunta de Galicia.
La discreción como valor principal
Diligiente, trabajador y discreto. Esas son las tres palabras que pueden definir a Alberto Núñez Feijóo. Las dos primeras quedan demostradas en su día a día, apostando siempre por estar al servicio de todos los gallegos. La discreción también se comprueba cuando recordamos que raramente hemos visto noticias en las que aparezca mencionada la vida amorosa del presidente de la Xunta. Feijóo, que nunca se ha casado, ha mantenido dos relaciones sentimentales de larga duración. Y la segunda de ellas, que involucra a una antigua directiva de Zara Home, Eva Cárdenas, es la que más frutos ha dado y la que perdura en el tiempo a día de hoy. Gracias a esta unión, a pesar de que Feijóo y Cárdenas hayan decidido no casarse, la pareja goza de un pequeño de 5 años que es la estrella de su padre. La otra relación fue sostenida durante un periodo de 12 años con una periodista de ascendencia filipina, Carmen 'Chinny' Gámir. La distancia entre ambos fue quizá uno de los factores que les llevaron a romper su relación en una fecha desconocida para todo el mundo, aunque en la investidura de Feijóo en 2012, ya no hubo ninguna muestra notoria de afecto.
Conociendo a fondo al presidente
Actualmente, Núñez Feijóo disfruta de varias propiedades a lo largo y ancho de la Comunidad que lleva más de una década presidiendo. A pesar de residir de manera prácticamente fija en el Palacio de Montepío, la residencia oficial del presidente de la Xunta de Galicia, Feijóo decide pasar algunas jornadas fuera de su lugar de trabajo. Una de estas propiedades le lleva directamente a sus años más jóvenes. Feijóo habría adquirido una casa de piedra, una similar en la que vivió cuando finalmente marchó de casa de sus padres y comenzaba a despuntar bajo la protección de Romay Beccaría, en la localidad de Moaña. Este lugar, dotado de paz y tranquilidad, es uno de los sitios perfectos para criar a un hijo. Además, el presidente de la Xunta mantiene diversas propiedades en el resto de Galicia y España: dos pisos, uno en Madrid y otro en Vigo, y una finca con vistas al mar que compró en 2015 situada en la bucólica localidad de O Caeiro.
La afición futbolística también es algo que le lleva de nuevo a su juventud. Su padre, un arduo trabajador que siempre luchó por que no faltara de nada a sus hijos, era fiel seguidor del Deportivo de la Coruña, pasión que legó a su hijo en 2016 despúes de su fallecimiento. Feijóo sigue de cerca la actualidad futbolística del Deportivo de la Coruña y del Real Madrid, equipos que han marcado su vida de una forma u otra. Como todos, Feijóo también prefiere cenar fuera de casa algún día que otro, y siempre acude a los mejores restaurantes gallegos donde come percebes y centollos recién pescados, aunque siempre ha confesado que sus platos favoritos son los huevos fritos y las sardinillas.
Como buen gallego, Alberto Núñez Feijóo siempre ha sentido pasión por el mar, y disfruta dando largas caminatas junto a las orillas gallegas del océano Atlántico en localidades como Pontedeume o lugares como el puerto de Cedeira. Su afición por el mar va más allá, y en muchas ocasiones hemos podido comprobar como Feijóo es un gallego de pro: el presidente de la Xunta también gusta de la pesca, deporte que practica habitualmente siempre y cuando el resto de sus obligaciones como padre y presidente de la Xunta de Galicia se lo permitan.