Sufría de una enfermedad ocular y fue abandonado por su amo. Los rescatistas no creen que sea un gran problema. Consuela al perro y se lo lleva al vetrinario.
El perro pareció entender que tenía un hogar y se emocionó mucho. Le hicieron un chequeo. Tenía hiperplasia en los parpados. No era muy serio.
Él perrito se porta muy bien. Tiene desnutrición, lo que demuestra que el perro no recibía un buen trato. Los párpados necesitan una cirugía menor.
Pronto comenzó la operación. El pequeño tiene nuevo nombre: Goku. Necesita cuidado diario y se recuperó rápidamente. Su cola se mueve como un molino de viento.
Ahora es muy feliz, el amor puede hacer milagros y su rescatista se ha enamorado de él, se lo va a llevar a su casa. Allí lo amaran.