Lo atrapamos, lo atamos y lo llevamos a la clínica. También le pusimos al perro el nombre de Noah. Puede tener una oportunidad. En la sección 11 de la columna hay una fracción. Le dispararon y, a juzgar por sus patas, fue hace mucho tiempo. No puedo imaginar cómo sobrevivió. Y cómo sus patas no se congelaron también es un misterio.
Le hicieron una mielogografía. Como dice el cirujano, la bala en la columna se apoya ligeramente sobre la médula espinal, creando presión, ya que lleva mucho tiempo con la bala, al menos 2 o 3 meses.
No es recomendable operar y sacar la bala, se pierde tiempo, la operación no dará ningún resultado. El perro tendrá que vivir así toda su vida. Noah irá a la casa de acogida para su rehabilitación.
Noah se levantó e incluso salió, es decir, hay posibilidades de vivir. A pesar de quedar trágicamente paralizado por una bala en su médula espinal. Noah desafió las probabilidades y experimentó una recuperación milagrosa!
Recuperando su capacidad para caminar y encarnando una resiliencia más allá de lo imaginable. Se transformó de una víctima de la crueldad a un faro de esperanza.