Se desconoce cómo podría haber terminado la historia de Ellie si un residente local no la hubiera encontrado y contactado inmediatamente al servicio de rescate de animales. Su cuerpo debilitado, cubierto de arañazos y abrasiones, estaba muy demacrado y frágil. Este pobrecito claramente había vivido en la calle durante mucho tiempo, experimentando todas las penurias y desgracias de un animal sin hogar.
El perro fue llevado de urgencia a la clínica veterinaria, donde Ellie recibió inmediatamente primeros auxilios y le recetaron el tratamiento que tanto necesitaba. Su cuadro clínico no era muy tranquilizador, pero la perrita aún tenía posibilidades de recuperarse.
El veterinario descubrió que tenía graves anomalías provocadas por la falta de comida y agua, además de heridas y hematomas en todo el cuerpo. Es posible que haya sido atropellada por un vehículo y terminó con todas estas heridas. La recuperación fue bastante difícil.
Su cuerpo se vio privado de fuerza y energía debido a la prolongada falta de comida y agua. Parecía realmente frágil y débil, y dormía casi todo el tiempo. El personal del refugio que cuidaba a Ellie comenzó a darle comidas pequeñas cada tres horas. Tenía grandes dificultades para comer incluso una cantidad pequeña.
Varias veces al día, a Ellie le administraron vías intravenosas y soluciones vitamínicas especiales para aumentar rápidamente su energía y restaurar su cuerpo. Los trabajadores del refugio intentaron rodearla constantemente con atención y amor para ayudarla en el camino hacia la recuperación.
Ellie pareció entender esto y estaba muy agradecida por todo lo que se hizo por ella. Esta perrita tenía un carácter muy dulce y daba cariño a todos los que la rodeaban. Unos días después, Ellie comenzó a recuperarse gradualmente. Su apetito mejoraba cada día, su energía aumentaba y su ansiedad fue reemplazada por confianza y determinación de comenzar una nueva vida feliz.
Encontró la fuerza para seguir adelante y no darse por vencida. Han pasado casi dos meses desde que la encontraron agonizante. Ahora Ellie está llena de fuerza y energía para seguir viviendo. Se convirtió en una perrita preciosa y sana que sólo necesitaba un poco de amor y cuidados para volver a sentirse feliz.
Rápidamente le encontraron una familia de acogida, donde finalmente pudo aprender lo que era estar rodeada de calidez, atención y afecto.