Fue directo hacia el cachorro y lo olfateaba. Cuando este gato conoció a este cachorro se enamoró perdidamente.

De inmediato comenzaron a jugar y a perseguirse. Se obsesionaron el uno con el otro

Laura R. Patermann
Periodista
17 de Abril de 2024
Hacen una pareja divina.
Hacen una pareja divina.

El cachorro subía donde estábamos nosotros y el gato lo lamia sin parar como si fuese su hijo.

Desde ese momento no se separaban, se acurrucaban mucho y no paraban de lamerse.

El cachorro, Abi, iba creciendo y saltaba como si fuese un gato, él pensaba que era un gato.

No paran de jugar, les encanta. Todo el día se persiguen. Abi a veces se pasa con sus mordidas, pero Tedy el gato no dice nada, solo ronronea.

Es un gato muy especial. Nunca pensé que tuviese tanta paciencia.

Llevo a Aby conmigo al trabajo todos los días y cuando regresamos a casa, se vuelve loco lamiendo y besando a Tedy.

Aunque hay varias camas por casa, siempre están juntos. Hacen una pareja divina.