Cuando terminaron con ella, la dieron por muerta durante días y nadie movió un dedo para ayudar. Era obvio que necesitaba ayuda: sangraba por la nariz y la boca, estaba encorvada en una posición derrotada, tratando de sobrevivir con heridas graves. Pero nadie dio un paso al frente.
Por suerte, una buena persona vino y la llevó al veterinario. Alma fue trasladada a urgencias. Donde fue diagnosticada. Estaba deshidratada, muy anémica, tenía una fiebre increíblemente alta, debido a todo el trauma y el estrés.
Era una cachorrita pequeña que claramente había muerto de hambre en la calle y ahora estaba lidiando con tanto trauma. No podía comer, no podía beber, no podía cerrar la boca. Para empeorar las cosas, vieron que su pata delantera estaba rota en pedazos. Ahora la estaban alimentando con una jeringa. Pero incluso eso fue difícil porque no podía tragar.
Alma tuvo que recibir nutrición por vía intravenosa a través de una abertura en su cuello. Después de 3 días, la fiebre bajó. El salvador llevó a Alma a los mejores veterinarios del país y todos quedaron horrorizados por las fracturas de su mandíbula inferior y superior.
Las fracturas fueron simplemente terribles y por eso Alma siempre tomaba analgésicos. A Alma le esperaba una operación muy difícil y larga. Llegó el día y la cirugía de Alma fue un éxito.
Se necesitaron 5,5 horas para reparar los grandes daños a su mandíbula superior e inferior. Estaba despierta pero bastante débil. Pero el rescatador estaba muy feliz cuando Alma lo logró. Alma estaba segura y sobrevivió a una cirugía muy desafiante. Día a día, los líquidos intravenosos, los analgésicos y los antibióticos continuaron estabilizando sus signos vitales.
Desafortunadamente, todavía no podía beber y comer sola por lo que los nutrientes esenciales tenían que ser por sonda. Estaba sangrando por la nariz. Finalmente, llegó un gran día para Alma. Ahora, el viaje de Alma da un nuevo giro. Con sus heridas curadas y su espíritu intacto ella mira hacia un futuro lleno de promesas y posibilidades.