Con entusiasmo David y su familia se mudaron a su nuevo hogar. Una tarde, mientras David bajaba al sótano poco iluminado, lo descubrió.

Allí, en el sótano, acurrucado en el rincón más alejado había un pitbull. Los ojos de la perra estaban llenos de miedo y confusión, su pelaje que alguna vez fue brillante ahora estaba opaco y enmarañado. Estaba demacrada y temblando.

Laura R. Patermann
Periodista
16 de Abril de 2024
Pareció entender que estas personas estaban aquí para ayudar.
Pareció entender que estas personas estaban aquí para ayudar.

 

Su frágil cuerpo era testimonio del abandono que había sufrido. Inmediatamente pidió ayuda. David se puso en contacto con la organización local de protección de animales.

Fue una carrera contra el tiempo para salvar a este pobre perro abandonado. Natalie Thomson, líder de la organización, y su equipo, llegaron al lugar lo más rápido posible. El sótano estaba oscuro y el aire estaba tenso. Mientras se acercaban al tembloroso pitbull. Podían ver su forma temblorosa, pero cuando la iluminaron con una linterna, vieron una vista asombrosa: su cola se movía.

"Estaba tan feliz de vernos que casi se quedó sin aliento de alegría". Con mucho cuidado, los voluntarios se acercaron suavemente al perro, quien ahora pareció entender que estas personas estaban aquí para ayudar.

La mujer se maravilló de la resistencia del pitbull. Para ser un perro que tuvo una experiencia tan traumática al ser abandonado y dejado morir, se las arregló sorprendentemente bien. Sus ojos brillaban con calidez y su corazón irradiaba amor puro.

"Ella es absolutamente adorable", exclamó Natalie, con lágrimas en los ojos. "Ella ama a todos los que conoce y exige atención. Confía en que no la ignorarán".

En los días siguientes, el pitbull, ahora llamado Daisy, encontró un hogar permanente con David y su familia. Era como si supiera que le habían dado una segunda oportunidad en la vida y disfrutara cada momento de ella.