Abandonado, a su suerte. Le faltaban las patas delanteras, lo que le obligaba a arrastrarse

La historia de Eclerka comenzó con tragedia, ya que fue encontrada abandonada, un simple trozo de basura. La deshidratación severa le había robado sus fuerzas, haciendo que incluso las tareas más simples sean una lucha.

Laura R. Patermann
Periodista
14 de Abril de 2024
Abandonado, a su suerte. Le faltaban las patas delanteras, lo que le obligaba a arrastrarse
Abandonado, a su suerte. Le faltaban las patas delanteras, lo que le obligaba a arrastrarse
Abandonado, a su suerte. Le faltaban las patas delanteras, lo que le obligaba a arrastrarse

Cuando los profesionales médicos la examinaron, se dieron cuenta de que la verdad era mucho más siniestra. Sus heridas mostraban signos reveladores de crueldad deliberada: un hacha tal vez, esgrimido por un corazón carente de compasión.

A pesar de las probabilidades en su contra, hubo quienes se negaron a renunciar a Eclerka. Se administraron fuertes antibióticos. Se realizaron cirugías para limpiar sus heridas y amputar parcialmente lo que quedaba de sus extremidades destrozadas. Es una chica tan dulce y se esfuerza mucho por sobrevivir.

Debido a una infección grave, Eclerka desarrolló sepsis. Mientras el gato estaba indefenso, aparecieron gusanos en la herida. Todos se pusieron muy tristes al conocer su situación. Según los médicos, si sobrevive estas dos semanas críticas, será un milagro. Pero Eclerka era un luchador. Soportó el dolor, el malestar, la incertidumbre, con una valentía que contradecía su pequeño tamaño.

Cada día era una batalla por la supervivencia y ella lo logró. Desde hace 2 semanas, Eclerka está en la clínica y lucha por su vida. Las perspectivas son buenas, las pruebas también, la cirugía al día siguiente (cirugía de la piel y amputación de los restos de las extremidades anteriores)

A medida que los días se convirtieron en semanas, la condición de Eclerka mejoró lentamente. La infección empezó a retroceder, sus heridas empezaron a sanar, y aunque nunca recuperaría lo que había perdido encontró consuelo en el amor y el cuidado que le brindaron aquellos que habían venido a rescatarla.

Es difícil, pero estamos felices de que ella todavía esté viva y brillando. Finalmente, llegó el día en que Eclerka fue dada de alta del hospital y su camino hacia la recuperación estaba lejos de terminar.

En un hogar de acogida, se embarcó en un nuevo capítulo de su vida, aprendiendo a adaptarse a su existencia de dos piernas con la ayuda de cuidadores dedicados. Aprendió a navegar por el mundo sobre dos piernas, manteniendo un equilibrio precario mientras daba sus primeros pasos vacilantes.

Aunque tropezó y cayó más veces de las que podía contar, se negó a dejarse disuadir, sus ojos se llenaron de una determinación feroz que decía mucho de su fuerza. A medida que ella se hizo más fuerte, también lo hizo su espíritu.

Ya no es un simple pedazo de basura desechado y olvidado, Eclerka floreció hasta convertirse en una hermosa criatura, sus cicatrices son un testimonio de su coraje, su espíritu intacto a pesar de las pruebas que había enfrentado.