El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lamentaba este martes el suicidio del etarra Igor González Sola quien, según las investigaciones oficiales, decidió quitarse la vida en su celda de la cárcel donostiarra de Martutene.
"Lamento profundamente su muerte" aseguraba el presidente socialista ante el representante de Bildu en el Senado.
Palabras que pronto provocaban una respuesta masiva, no solo de miles de ciudadanos, sino del resto de formaciones políticas, que criticaban el repentino apoyo de Sánchez al preso, condenado a 20 años por colaboración con la banda terrorista ETA, depósito de armas y falsificación.
PP y Vox intentan tumbar la Ley de Eutanasia y el Congreso les responde así
"ETA es una banda terrorista, no una banda de música" criticaba Teodoro García Egea en el Congreso; Inés Arrimadas, a su vez, recriminaba la actitud de los socialistas, afirmando que les debería dar "vergüenza" tener más "empatía" con los "verdugos" que con las víctimas.
Más contundente ha sido la respuesta de la asociación de víctimas del terrorismo 'Dignidad y Justicia'. "La más absoluta repulsa ante las declaraciones del presidente del Gobierno, trasladando sus condolencias por el fallecimiento de un terroristas de ETA" ha asegurado su presidente, Daniel Portero "pasará a la historia por ser el primer presidente del Gobierno de España en mostrar condolencias por el fallecimiento de un terrorista y banalizar el terror de ETA refiriéndose a ellos como 'la banda ETA'".
La respuesta de la 'Dama de Hierro'
Las condolencias de Pedro Sánchez han demostrado que el socialista no es un hombre de 'hierro', y su mano tiembla a la hora de condenar los actos terroristas.
Algo que no le sucedió a Margaret Thatcher, primera ministra británica, en 1981. En ese momento, la 'Dama de Hierro' de Inglaterra se encontró con la muerte del terrorista del IRA Bobby Sands, después de más de 60 días en huelga de hambre en la prisión.
La sorprendente frase de Fernando Simón que ha dejado helados a los periodistas
Al ser preguntada sobre ello en el Parlamento británico, Thatcher no dudó en afirmar que "el señor Sands era un criminal convicto que eligió llevarse su propia vida".
"Una opción cuya organización no dejó tomar a muchas de sus víctimas" declaró tajantemente la Dama de Hierro, consiguiendo el aplauso y el apoyo de víctimas y formaciones políticas.
Un mensaje que, pese a su contundencia, no llegó a Pedro Sánchez, quien ha preferido mantenerse en la línea de la 'no agresión' a los terroristas y sus aliados que le hicieron conseguir la Moncloa.