El Gobierno socialcomunista es consciente de que, ahora más que nunca, es imprescindible aprobar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado, ya que los actualmente vigentes, creados por Montoro en 2018, no podrían reactivar la economía tras la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.
Una realidad que, sin embargo, se plantea con serias dificultades para el Gobierno, que cuenta con 155 escaños en el Congreso (120 el PSOE, 35 Unidas Podemos), necesitando 21 votos más para aprobar los Presupuestos.
Y son esos 21 votos los que están sembrando el caos dentro de la política española: tras el NO de los populares, el Ejecutivo de Pedro Sánchez cuenta con el apoyo casi asegurado del PNV y otras fuerzas minoritarias, que recibirán inversiones territorializadas en 'pago' de su apoyo.
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Pero la auténtica llave de los Presupuestos la tienen dos partidos: ERC y Ciudadanos; dos apuestas completamente contrarias que dividen al Gobierno de coalición, ya que los podemitas apuestan por la vía independentista, que ya les otorgó la Moncloa a principios de año, mientras los socialistas miran la mano tendida de los naranjas.
Sánchez 'hace ojitos' a Inés Arrimadas
"El partido que mejor está entendiendo la encrucijada económica es Ciudadanos" aseguran fuentes de Hacienda a El País.
Y la situación económica del país, en efecto, es una brutal encrucijada: la presión fiscal española está muy lejos (siete puntos, en concreto) de la media europea; sin embargo, la actual situación económica hace que las subidas de impuestos no sean lo más adecuado en estos momentos.
Algo en lo que coinciden los de Pedro Sánchez y Ciudadanos, estando los socialistas dispuestos a aprobar alguna rebaja fiscal selectiva para conseguir el beneplácito de los de Inés Arrimadas a los Presupuestos Generales.
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Así pues, esta semana, el presidente del Gobierno se reunió con la líder naranja, poniendo sobre la mesa la posibilidad de no acometer subidas de impuestos hasta que no se alcancen los niveles de PIB anteriores a la crisis; presumiblemente, hasta 2022.
Una propuesta que vuelve a enfrentar a los socialistas con sus socios de Gobierno; y es que el acuerdo entre ambos partidos tras conseguir la Moncloa incluía una revisión fiscal completa, con una subida de impuestos controlada por los podemitas que afectaría más destacablemente a las grandes empresas.
Carmen Calvo justifica los 'cuernos' a Iglesias
"¿Está cómoa con la presión de Iglesias?" preguntan en el diario El País a la vicepresidenta Carmen Calvo, en relación a la presión de los podemitas por aumentar los impuestos.
Sin embargo, Calvo se ha mantenido en un tono neutral, evitando hablar de las diferencias que se están presentando entre ambos partidos a la hora de abordar los Presupuestos: "Lo primero que tiene que ofrecer el Gobierno es estabilidad. Y los dos partidos que lo componen están a eso".
"Nosotros no tenemos más que una preferencia: que haya Presupuestos" ha asegurado la vicepresidenta, en cuanto a la inclinación de los socialistas por pactar con Cs, y la de Podemos de pactar con ERC. Partido republicano catalán en el que los socialistas ya no confían: ."Junqueras dijo hace tres semanas que no iban a apoyar las Cuentas [...] No podemos estar a la espera".
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De esta manera, Carmen Calvo justifica las negociaciones entre el Presidente del Gobierno e Inés Arrimadas, a la que ha elogiado su actitud "constructiva". Así mismo, la vicepresidenta ha asegurado que, en un momento determinado, las reticencias de Podemos podrían disiparse, dando pie a un inesperado pacto entre PSOE, Podemos y Ciudadanos.
"Ni los dos partidos del Gobierno sacarán las Cuentas que quieren al 100%, ni la señora Arrimadas se va a colocar en posición de veto" ha explicado la socialista "No vivimos tiempos normales, las respuestas no pueden ser normales".