Novak Djokovic se ha destapado en el programa 'Da Modza Ne' de la televisión serbia, donde ha hablado sin tapujos de todo el duro proceso que vivió con la lesión, que le llevó incluso a plantearse la retirada del tenis.
Ahora, igual que hicieran con anterioridad Rafa Nadal o Roger Federer, ha vuelto de sus cenizas mejor que nunca e incluso amenaza con acabar el año siendo de nuevo el mejor del mundo. Tras conquistar Wimbledon y US Open de forma seguida, el serbio ya no se pone límites.
Pensamientos contradictorios que le sembraron muchas dudas
"Le dije a mi familia que no jugaría más", confiesa Nole. "Los meses después de la cirugía pasé por muchas emociones y pensamientos que no fueron los más brillantes", asegura el tenista que vio como su familia se quedó completamente paralizada tras sus palabras.
Sin embargo, el serbio sabía que era capaz de regresar a su mejor nivel tal y como ha hecho. "No me avergüenzan esos momentos, una parte de mi sabía que existiría el momento en el que volvería al éxito, ganaría un grande y sería de nuevo número 1", exclama.
También cuenta que el plan era volver a ser competitivo para el US Open, aunque la realidad es que lo logró mucho antes: "En abril me senté con mis preparadores y acordamos una estrategia. En ese plan, quería estar de vuelta a tope para el US Open, aunque antes ya jugué la final de Queens".
Nole habla de la importancia que ha tenido su mujer en este proceso de recuperación, asegurando que ha sido parte fundamental para volver a tener éxito: "Después del embarazo ella no tenía tiempo para mí, y no podía estar ya en los entrenamientos, pero igualmente escaló conmigo durante cuatro horas, estuvimos más cercanos y logramos una relación todavía más fuerte. Me llenó de orgullo y de fuerza, nos hizo estar más juntos que nunca, ese fue el momento en el que todo volvió a su ser", asegura.
En estos momentos Djokovic ocupa la segunda plaza del ranking ATP con 7445 puntos, apenas 215 menos de un Rafa Nadal que podría hacer su retorno en el Máster 1.000 de París la próxima semana