"¡No se ponga nervioso!" Casado y Rivera consiguen sacar de quicio a Pedro Sánchez

Pedro Sánchez perdió varias veces los nervios ante el asedio que sufrió por parte de Casado y Rivera en el debate de Atresmedia,

"¡No se ponga nervioso!" Casado y Rivera consiguen sacar de quicio a Pedro Sánchez
"¡No se ponga nervioso!" Casado y Rivera consiguen sacar de quicio a Pedro Sánchez

Pedro Sánchez volvió a pasar un mal rato en el debate a cuatro organizado por Atresmedia. Pablo Casado y Albert Rivera elevaron el tono de las críticas a su gestión y Sánchez tuvo muchos problemas para salirse de las emboscadas que le tendieron los líderes del PP y Ciudadanos.

En ocasiones Sánchez se vio obligado a recurrir a descalificaciones o mentiras o directamente a no responder a lo que se le preguntaba para esquivar las acusaciones de las que fue objeto por parte de sus rivales, mientras Iglesias trataba de echarle una mano en un tono más sosegado. 

Sánchez recordó en todo momento a VOX, "la derecha ausente", y trató de relacionar durante todo el debate a Ciudadanos y PP con VOX para generar miedo entre el electorado recordando la foto de Colón: “Aquí las mentiras vuelan entre Casado y Rivera y al final uno no sabe cuáles son porque cada vez se parecen más, y cada vez se parecen más a la ultraderecha".



Hubo momentos en los que Pedo Sánchez se vio acorralado y no encontró más salida que recurrir a expresiones como "¡mentira!" o "¡es falso!"  como respuesta mientras ponía cara de circunstancias tratando de convencer a la audiencia de que las críticas que estaba recibiendo eran malintencionadas y nada rigurosas.  “Falso es falso, no es no y nunca es nunca, que quede claro... y por eso estamos aquí” dijo para aclarar que él nunca ha pactado con los independentistas.

El regalo envenenado de Albert Rivera a Sánchez

Coincidiendo el debate con la festividad de Sant Jordi, cuya tradición en Cataluña pasa por el regalo de una rosa y un libro, Rivera aprovechó para regalarle a Sánchez un libro "que usted no se ha leído, su tesis”.

Sánchez, que posiblemente ya esperaba este momento, reaccionó toscamente regalando a Rivera otro libro: "Tome usted este", le dijo. Era el de Santiago Abascal, a quien Sánchez utiliza constantemente para desprestigiar a Rivera relacionándole con él.

La pinza de Casado y Rivera para desenmascarar a Sánchez fue efectiva. Sánchez sudó en varias fases del debate, especialmente cuando se refirió a sus oponentes como "estos dos" ante la falta de otra argumentación más coherente.



Casado recordó a Sánchez que el PSOE es el único partido con un condenado por violencia machista y explicó a la audiencia que es el candidato favorito de Torra, Junqueras y Otegui. También le comparó con una muñeca rusa que lleva dentro a Podemos, los independentistas y Bildu. Luego quiso saber sobre el encuentro de Sánchez y Torra en el palacio de Pedralbes: "¿Eso qué fue? ¿Una jornada de picnic?", preguntó. 

La cuestión es que mientras a Casado y Rivera se les veía muy sueltos, Sánchez, sudoroso y nervioso, necesitaba recurrir a la chuleta para salir al paso de las acusaciones que se iban acumulando. De nuevo Rivera tuvo que pedirle calma varias veces "no se ponga nervioso".

La artillería pesada salió con Cataluña

Pablo Casado acusó a Pedro Sánchez de blanquear el terrorismo y el separatismo por "un puñado de escaños", mientras que éste le ha respondido que no va a aceptar "ninguna mentira", argumentando que no ha pactado con los independentistas y que "por eso estamos aquí".

Durante el bloque relativo a la situación de Cataluña el líder popular atacó duramente al candidato socialista al asegurar que, mientras que el PP es el "antídoto contra el separatismo", el socialismo "solo es la guarnición del plato principal que Sánchez está preparando y es que manden Torra, Puigdemont, Iglesias y Otegi".



Tras esta afirmación ha advertido que "no se puede blanquear el terrorismo y el separatismo a cambio de un puñado de escaños". Eso, según Pablo Casado, "sería romper con la Transición y el consenso constitucional" y ha dejado claro que si gana Sánchez, España dejará de ser lo que ha sido hasta ahora las últimas cuatro décadas. Por ello, ha recalcado que "votar es gratis pero puede salir carísimo".

"Sánchez es el favorito de los enemigos de España"

Casado ha sido especialmente duro con Pedro Sánchez durante esta parte del debate sobre Cataluña, que ha quedado para el final. Le ha acusado de ser el candidato favorito de los "enemigos de España", ha recordado que desde Otegi hasta Dolors Bassa desde la cárcel le han ofrecido su apoyo y se ha preguntado en qué país se pacta con los que quieren destruir la nación.

No solo ha acusado al candidato socialista de haber negociado, también ha dicho que Sánchez "ha cedido" y por eso ha relatado: acercó los presos independentistas a Cataluña, la delegada del Gobierno en esta CCAA se mostró contraria a la prisión preventiva de éstos, dirigentes socialistas se han mostrado a favor de los indultos y el ministro de Exteriores habló de Cataluña como nación.



Sin embargo, ha recriminado no haber oído a Sánchez decir nada de los "matones" que trataron de impedir el acceso de Cayetana Álvarez de Toledo a la Autónoma de Barcelona; de los que reventaron el coche al presidente del PP de Cataluña o de los que vertieron estiércol en los Juzgados o pintaron la casa del juez Llarena.

Y no lo ha hecho, según Casado, porque necesita de los votos de los independentistas y "quiere volver a Pedralbes" donde Torra le entregó un documento con 21 puntos "que ocultó dos meses".

"El candidato de Otegi"

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, también ha cargado contra Sánchez en la misma línea que Pablo Casado, acusando al presidente de ser el "candidato de Otegi" entre interrupciones de Sánchez asegurando que su afirmación era "insultante".

Pero esto no ha detenido al líder de la formación naranja, quien ha proseguido afirmando que es una "vergüenza" para él la foto, que ha mostrado en el plató, en la que aparecen la líder del Partido Socialista de Euskadi, Idoia Mendía, en una cena de Navidad con Arnaldo Otegi.

Le ha recordado que por esa foto, José María Múgica rompió el carnet del PSOE y el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra dijo que había sido la "cena de la vergüenza".



Rivera también espetó al candidato del PSOE que muchos socialistas están decepcionados con él por haber pactado con Bildu y ha pasado a mostrar varias fotos. Una de ellas es una amenaza de muerte que le hicieron a él mismo, al presidente de Cs, con una bala y otra, la de la pintura vertida en la casa del juez Llarena.

En este punto, ha recordado que "purgó" al Abogado del Estado Edmundo Ball, porque se negó a quitar del escrito de acusación contra los independentistas el delito de rebelión. "Tiene más dignidad que usted y por eso va a ser ministro de Justicia".

Sánchez acusa a PP y Ciudadanos de votar con Bildu

Pedro Sánchez se ha defendido de las acusaciones de Casado y Rivera asegurando que planteó la moción de censura por la corrupción del PP. En ese momento le ha interrumpido el líder popular recordándole los ERE de Andalucía.

El presidente ha proseguido su argumentación señalando que las derechas se opusieron a los Presupuestos que eran "buenos tras 7 años de injusticia social" y ha recriminado que le hayan acusado de golpista, de presidente ilegítimo y de tener las manos manchadas de sangre.



También esta afirmación se la ha puntualizado Pablo Casado al recordarle que él le ha reprochado que pactara con Otegi, que es un terrorista confeso y que eso sí que le tendría que dar "vergüenza" al candidato socialista.

"Qué nivel de presidente del Gobierno, menos mal que le quedan 5 días", ha exclamado después de que Sánchez intentara relacionar al PP y a Ciudadanos con Bildu mostrando una foto del hemiciclo en la que se ve una votación en la que coinciden ambos partidos con la diputada de la izquierda abertzale.

Sánchez también ha respondido a Pablo Iglesias, quien había propuesto un referéndum para Cataluña, precisando que "discrepa" con él y apuesta por el autogobierno.

Preguntan a Sánchez por los indultos a los separatistas

Pedro Sánchez ha insistido en dar una solución a Cataluña mediante el "diálogo" con todas las fuerzas políticas dentro de la Constitución, pero dejando claro que "no va a haber ni independencia, ni referéndum, ni quiebra".

En este punto, tanto Rivera como Casado han aprovechado para interrumpirle y preguntarle de nuevo si va a haber indultos a los independentistas que está juzgado el Tribunal Supremo por el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.



De hecho, en otro momento del debate, Casado ha intentado que Sánchez le respondiera si iba a indultar a los integrantes de "la manada", condenados por abuso sexual en los San Fermines, en Pamplona, en un intento de cazarle respondiendo que no. Pero el candidato del PSOE no le ha recogido el guante.