Pablo Iglesias decidió abandonar la política activa hace dos años, en 2021, tras su estrepitosa derrota en los comicios regionales de la Comunidad de Madrid. El podemita decidió abandonar el Gobierno de España para aventurarse en la política regional, y la experiencia fue del todo desagradable. Fue derrotado claramente por Ayuso, de tal manera, que no quiso ni siquiera hacerle oposición.
Desde que eso ocurriese, Iglesias no ha cesado en su empeño de hacer la guerra por otros medios. Precisamente, utilizando los medios de comunicación. El cofundador y exlíder de Podemos quiere tener el control absoluto de los medios y es por eso por lo que trata de tener cada vez una presencia mayor en ellos. Ha llegado incluso a crear su propio canal de televisión. Su obsesión es enfermiza.
Por si fuese poco, a lo que se está dedicando Iglesias ahora es a hacer una competencia desleal. Trata de desacreditar al resto de medios, atacando sin cesar a los periodistas, para que los espectadores se decanten por ‘Canal Red’ en vez de por el resto de los medios tradicionales.
El aliado más ruin
Dios los cría, y ellos se juntan. Esto es lo que ha sucedido con Pablo Iglesias y Fonsi Loaiza. El uno, con su obsesión contra Ferreras, Ana Rosa Quintana, Susanna Griso y el resto de periodistas; el otro con su persecución a Florentino Pérez. Un cóctel de lo más explosivo.
Esto ha dado lugar a que Loaiza, supuesto periodista, haya afirmado que Antonio García Ferreras es el jefe de prensa de Florentino Pérez desde el año 2000. “El jefe de prensa de Florentino Pérez desde el año 2000 es el señor Ferreras. Él mismo personalmente le hace los discursos. Sus estrategias mediáticas las idea el García Ferreras y provienen del material de Al Rojo Vivo”, afirmaba en directo Loaiza.
¿Dónde ha dado este discurso? Cómo no, en ‘Canal Red’. Iglesias y Loaiza han hecho un 2x1: criticando en un solo mensaje a Ferreras y a Florentino Pérez, enemigos públicos declarados. Sin duda una estrategia de lo más ruin y despiadada por parte de dos personas que viven del odio y la crispación.