La noche de MasterChef Celebrity prometía emociones fuertes y así fue. Era el primer programa donde uno de los expulsados regresaría al programa y la elegida fue Antonia Dell'Atte, la concursante que más polémica generó con su marcha.
La italiana venció en una prueba donde todos los que fueron eliminados del programa debían preparar un postre en una pruba de exteriores. Antonia preparó una crema catalana; Xuso Jones, unos panellets; Paula Prendes, un bizcocho; Dafne Fernández el arroz con leche; Jaime un flan e Iván una tarta de Santiago.
Tras descartar a cuatro de ellos, el jurado se quedó con los platos de Antonia y Dafne, que pugnaron para regresar al concurso. Samantha no quiso mojarse y aseguró que las dos merecían ser repescadas, sin embargo, para Jordi Cruz y Pepe Rodríguez el postre de Dell'Atte fue muy superior y decicieron que fuera ella la que volviera a MasterChef.
Así pues, tras criticar duramente a sus compañeros e incluso asegurar que les iba a denunciar por acoso, Antonia regresó al concurso al grito de "¡Vuelve la farisea!", mientras abrazaba a sus compañeros y recordaba que "por fin voy a demostrar lo que vale un peine".
Una prueba de eliminación con las emociones a flor de piel
Donde realmente se vivió la emoción del programa fue en la prueba de eliminación, donde los cinco concursantes en riesgo tuvieron que lidiar con una difiícil misión, cocinar con carnes poco usuales como canguro, cocodrilo o serpiente.
Allí se enfrentaron: María Castro, Óscar Higares, Paz Vega, Ona Carbonell y Santiago Segura. Las chicas obtuvieron una buena valoración del jurado y salvaron la papeleta. María cocinó un cocodrilo marinado que gustó al jurado ya que "potenciaba el sabor de una carne muy sosa"; Ona presentó una oreja en tres elaboraciones de la que destacaron que fue"muy exótica y productos muy ricos"; mientras que Paz preparó un guanaco salvaje que estuvo "de diez" para el jurado.
Sin embargo, la actriz se derrumbó justo después de cocinar y no pudo contener las lágrimas: "Estoy muy nerviosa, no sé porqué, ¡qué ridicula, qué vergüenza!" decía Paz mientras se tapaba la cara. "Me he roto después de cocinar. No podía respirar, me ha dado un agobio", aseguraba.
La concursante obtuvo el claro respaldo de compañeros y jurado, que le ayudaron a superar el mal trago. "Debes seperar la competición de la cocina, porque te puede afectar mucho y no cocinar. El día que te abras de verdad, que aún no lo has hecho, nos enseñaras a una Paz mejorada" le dijo Jordi, mientras que Pepe le agradecía su respeto a la cocina: "Te doy las gracias por tomártelo tan en serio como nosotros mismos".
Santiago y Óscar no corrieron la misma suerte y tras lidiar con carne de canguro y serpiente respectivamente, recibieron la crítica del jurado que decidió expulsar a uno de ellos. "Es el único suspenso en emplatado", le comentaron a Santiago. "Es muy simple, con buena estética pero seca y sin sabor", le recriminaron a Óscar.
Finalmente y tras meditarlo largo y tendido, decidieron expulsar al torero por "no respetar el elemento principal del cocinado". Óscar también se derrumbó tras la decisión y escuchó los ánimos de sus compañeros mientras se despedía de Santiago y el jurado entre lágrimas. "Eres maravilloso, eres un grande, muy orgulloso tienes que estar de ti, es un grandísimo compañero", se escuchaba desde la grada.
En la despedida con Eva Gónzalez, Higares lanzó un emotivo mensaje: "Siento un montón de emociones y pena por no poder continuar. Había puesto muchos sueños en esto, era ya cosa también de nuestros niños... al final quiero dejar el mensaje a mis niñas de que luchen", concluyó.