Son solo huesos y piel y están aterrorizados. Han pasado en una jaula casi dos meses desde que fueron rescatados. Físicamente se han recuperado, pero ambos todavía están muy asustados, necesitan un hogar.
Necesitan ayuda especializada. Viajarán a una nueva familia, necesitan amor, afecto y cuidados especiales para ganarse poco a poco la confianza de las personas.
Gracias a la familia que los adoptó han conseguido recuperarse poco a poco y ahora conviven con ellos y con otros perros que tienen. Ahora son felices y se han acostumbrado a vivir en libertad y cuidados.