Amelia es el nombre que le pusimos a la cachorrita que fue encontrada tirada en la nieve, estaba temblando y tratando de esperar ayuda de todos.
Tenía una pata rota y el veterinario dijo que alguien la había golpeado con fuerza en la cabeza. Se quedo dormida en cuanto estuvo a cubierto. La enfermera le dio un beso para despertarla se preguntó si alguna vez la habían besado, a Amelia le gusto.
Al día siguiente se levantó y empezó a comer, pero sus ojos estaba mal y tenía algunos dedos de las patas gangrenosos. Tuvieron que amputarle dos dedos.
Solo pudieron salvarle un ojo, pero la herida de su cabeza estaba sanando. Decidieron afeitarle el cuerpo ya que había cemento pegado por todas partes, incluso dentro de su oreja.
No todos entendemos la gran fortaleza que le permitió a esta cachorrita superar todo eso, pero sí sabemos que el amor reparó su corazón y le permitió disfrutar de una vida maravillosa. Una vida nueva, más feliz y mejor.